Nuevas estadísticas divulgadas por el Buró del Censo federal, que incluyen por primera vez el análisis de las cifras de movimiento de personas entre áreas metropolitanas de la Encuesta de la Comunidad Estadounidense, reveló que cerca del 18% de 8.5 millones de personas en Estados Unidos y Puerto Rico se mudaron a diferentes áreas metropolitanas en el último año.

De estos 8.5 millones, 8.4 millones de residentes se mudaron entre áreas metropolitanas dentro de Estados Unidos. Del área metropolitana de Puerto Rico se mudaron 63,483 residentes a otras áreas metropolitanas en Estados Unidos. A la inversa, el movimiento fue de 24,197 personas, para una emigración neta de 39,286. Unos 18,918 se movieron entre municipios de la zona metro en Puerto Rico.

Las tablas de flujo migratorio, que colectan data entre 2009 a 2013, muestran cómo los residentes se movieron de un país o área metro a otra, lo que ayudaría a oficiales de gobierno y planificadores a entender los cambios demográficos de su región para una mejor planificación urbana o distribución de recursos. También se divulgaron tablas del flujo de personas entre condados (counties). Se tomaron en cuenta características como el tiempo viviendo en Estados Unidos, habilidad para hablar inglés y lugar de nacimiento.

La mayor migración interna de los últimos años en Estados Unidos se produjo en California, desde los condados de Los Ángeles y Orange hacia el área vecina de Inland Empire. Basado en los porcentajes poblacionales, el análisis consideró que más de la mitad de las personas que se mudaron de Los Ángeles hacia Inland Empire fueron latinos.

La mayor migración del país se produjo específicamente desde el área metropolitana de Los Ángeles hacia la de Riverside, con un flujo de cerca de 90,494 personas entre el 2012 y el 2013.

‘Nueve de los diez mayores flujos de migración se presentaron hacia áreas metropolitanas cercanas, con el flujo más grande de cerca de 90,000 trasladándose del área metropolitana de Los Ángeles al área metropolitana de Riverside’, señaló hoy Kin Koerber, analista de la Oficina del Censo.