Al esposo de Carmen Paredes, Pablo J. Casellas, le dio oportunidad de asegurarse que no le hubiesen robado ninguna arma de fuego de su colección, verificar cómo estaba su esposa, buscar una pistola donde guarda sus armas y perseguir y dispararle el sábado en la mañana a un sujeto que salía de su residencia, según trascendió en las declaraciones que hiciera a la Policía.

Casellas le dijo a la Policía que el sujeto que supuestamente escaló su residencia durante la mañana del sábado en la Urbanización Tierra Alta III de Guaynabo, era de tez trigueña y de unos 5’5′ de estatura.

Según información provista a la prensa por el coronel Reinaldo Bermúdez, el esposo de la mujer asesinada con un certero tiro en la cabeza y otro en el pecho dijo llegar a su residencia a eso de las 9:30 AM, tras visitar a sus padres. Esta versión convierte al juez federal retirado Salvador Casellas, padre del hombre, en testigo vital de la pesquisa.

Casellas alega que al llegar vio a un hombre salir por la puerta del garaje de su casa, entró y verificó que no le faltara ninguna de las armas de fuego que colecciona, y entonces vio en el área de la piscina y gazebo a su esposa con el rostro ensangrentado. Al ver esto, Casellas dice que salió nuevamente y vio al hombre escalando un muro y regresó a buscaruna pistola tipo FN-P calibre 45 con la que le disparó en varias ocasiones sin lograr alcanzarlo.

‘Lo ve brincando una verja en un gazebo, según le dijo al fiscal. Ellos se cruzan, pero antes a él le dio tiempo de buscar el arma’, dijo Bermúdez a Wapa TV sobre lo que narró Casellas.

NotiCel habló con el sargento Carlos Ríos Treviño, encargado de la investigación , quien confirmó esta versión.

‘Él dice que vio a un individuo salir con un rifle cuando entró a su residencia. Se dirigióal área de la piscina y vio que su esposa estaba ensangrentada. Fue a la recámara y buscó un arma’.

El arma fue luego encontrada encima del auto de modelo Mercedes Benz, perteneciente a Casellas y un rifle de perdigones encontrado tras la verja que brincó el supuesto atancante, también propiedad de Casellas.

‘Seguimos recopilando información. En este momento (Casellas) no es sospechoso. Es un perjudicado y se encuentra afectado como cualquier persona en su situación’, interpuso el sargento Ríos Treviño, quien dirige la División de Homicidios del CIC.

Sin embargo, se estipuló que varias armas fueron confiscadas en la investigación. Ríos Treviño indicó que, hasta el momento, este incidente no tiene nada que ver con el carjacking del que fue víctima Casellas hace varios meses.

Según se conoce, Casellas es presidente del Club Metropolitano de Tiro y coleccionista de armas de fuego.