El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, está inmerso en un maratón recaudatorio de tres días en California, el estado demócrata por antonomasia y uno de los más prósperos del país, desde las fortunas de Beverly Hills a las de Silicon Valley.

Obama partió en la tarde del domingo hacia Seattle (Washington), apenas unas horas después de que el G5+1 (EE.UU., Reino Unido, Rusia, China y Francia, más Alemania) anunciara el acuerdo alcanzado con Irán sobre su programa nuclear, y con las heridas abiertas aún en su Administración por los problemas derivados de la ley de salud.

Pese a todo, el presidente estadounidense comenzó su minigira recaudatoria en la casa de Tom Campion, cofundador de la marca de ropa juvenil Zumiez, para después reunirse con la líder de la minoría demócrata de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, en una cena celebrada en la casa del exejecutivo de Microsoft Jon Shirley.

Tras pasar la noche en Seattle, Obama viajó hoy a San Francisco (California), donde aprovechó para hablar sobre la urgencia de aprobar una reforma migratoria en el país en el centro chino de ocio Betty Ong, pero donde también celebró otros dos actos de recaudación, en la SF Jazz Organization, y en la casa de Marc Benioff, fundador de la empresa de software Salesforce.com.

Según informaron los periodistas que acompañan al presidente en el viaje, unas 400 personas se reunieron para escucharlo en el primero de los actos, en el que pagaron hasta 15,000 dólares por entrada, mientras que en la residencia de Benioff se reunieron unas 30 personas, que superaron los 30,000 dólares de donación.

Después de su escala en la ciudad de la tecnología, Obama se desplazó en la tarde de hoy a Los Ángeles, donde terminará mañana su gira.

La recaudación que obtendrá de los actos que celebre en la casa de la leyenda del baloncesto Magic Jhonson y en la residencia del presidente de la cadena Univisión, Haim Saban, irán destinados al comité por la Victoria Demócrata en el Senado y al de la Cámara de Representantes, respectivamente, según apuntaron fuentes del partido.

Las entradas para los dos eventos oscilaban entre los 2,500 y los 32,400 dólares, según el Comité Nacional Demócrata, que celebrará con Obama un último encuentro de recaudación en Los Ángeles en la mañana del martes, antes de que regrese a la capital estadounidense.

Un total de siete eventos para los cuales los asistentes pagaron entre 500 y 32,400 dólares, y en los que el presidente busca fondos para los candidatos demócratas que se presentarán a las elecciones legislativas en 2014.

El noviembre del próximo año será clave para su partido, que al menos debe mantener la mayoría que tiene en el Senado si no quiere que la polarización política que vive el país, y por ende el Congreso, complique aun más su mandato.

El Comité de Campaña Demócrata para el Congreso (DCCC, en inglés) recaudó según cifras oficiales el récord de 7.1 millones de dólares en octubre, la mayor cantidad recaudada en ese mes por un partido en un año no electoral.

Obama y los demócratas se están aplicando tanto que el DCCC terminó octubre con 25.3 millones en efectivo y una recaudación de 65.2 millones de dólares en lo que va de año, más de lo que había recaudado nunca a estas alturas de un ciclo electoral, una suma a la que sin duda el presidente ha contribuido con creces.