El saldo de los programas nacionales adultos sobresale entre los logros del 2017 para la Federación Puertorriqueña de Voleibol (FPV) sumado al descenso de las deudas adquiridas luego del primer año del nuevo mandato a tiempo completo, pero otras situaciones surgieron durante este año que está por culminar.

La FPV puede constatar lo difícil que transcurrió este 2017, bajo el presidente Cesar Trabanco, quien resultó ganador de la silla presidencial sin llegar a las urnas a principios de septiembre del 2016.

Primeramente, ambas selecciones adultas mantuvieron el deporte de la malla alta del país en el mapa consiguiendo sus respectivos pases a los torneos mundiales. Los dos torneos en los que participaron las selecciones ocurrieron despues del paso del huracán María.

En cuanto a los temas económicos, sobresale una deuda con la Federación Internacional de Voleibol (FIVB) de unos $149 mil. Comparada con las demás, esta es la que más ha descendido y se encuentra actualmente en los $77 mil. De igual forma, en la FPV existe una deuda $396 mil, la cual bajó algunos $96 mil.

Otro de los eventos que trastocó la FPV fue la creación de la Asociación de Jugadores de Voleibol (AJV), derrotada en la última reunión. Ante esto, Trabanco explicó que el canal de comunicación continuará, pues es un pro jugador desde sus años como apoderado de las Leonas de Ponce en la Liga de Voleibol Superior Femenino (LVSF).

En otros temas difíciles, el Presidente recordó la cancelación de los torneos superiores del país. A consecuencia del paso del huracán María por la Isla, la Liga de Voleibol Superior Masculino (LVSM) fue el primero en cancelar torneo aunque se jugaron varios partidos de temporada. Trabanco aceptó que la decisión fue difícil al haber concretado los regresos de los Gigantes de Adjuntas y Cafeteros de Yauco al torneo federativo.

Mientras, en el femenino, la cancelación de su temporada -aún con meses previos al inicio- tambien fue otra difícil decisión. Ambas cancelaciones provocaron la fuga de talento al exterior y esto representará un reto para los entrenamientos de las Selecciones Nacionales de cara a los compromisos del próximo año.

Sobre cancha, las Criollas de Caguas hicieron lo que han sabido hacer por los pasados cuatro años: cargar el título de campeonas al final del torneo. La dinastía del Valle del Turabo copó el trono femenino al derrotar a las Valencianas de Juncos. De otro lado, el masculino fue para los Mets de Guaynabo, representando el primer 'back to back' en más de cinco años.

Pero no todo fue color de rosa, precisamente, en la LVSF. Las Leonas de Ponce recurrieron hasta el Tribunal Apelativo y Arbitraje Deportivo (TAAD) para intentar resolver una controversia de confiscación por la participación de la importada, Haley Jo Eckerman. En la protesta, radicada por las Orientales de Humacao, se ratificó el fallo en contra de Ponce y las Orientales adelantaron a la semifinal sin haber ganado un juego durante cuartos de final.

Las Capitalinas de San Juan tambien protagonizaron titulares en el país cuando su exapoderado, James Arroyo, fue destituido de su cargo por parte de la FPV al no estar económicamente saludable, administración irresponsable y tampoco cumplió con sus responsabilidades fiscales y contractuales. Los problemas monetarios con las jugadoras causaron todo.

En la recta final del año, dos de los cargos más prominentes dentro de la FPV quedaron vacantes. Sus encargados presentaron renuncias, entre estas Herminio Nieves, segundo vicepresidente y gerente de las Selecciones Nacionales de cancha. La misma se debió en lo profesional y personal. Con semanas de diferencia surgió la del primer vicepresidente, Anthony Melendez, quien dejó claro que su salida giró en torno a la diferencia en la filosofía de la FPV.

Pero la negativa tambien se dejó a un lado y Trabanco reaccionó a otros eventos que se suscitaron fuera de toda competencia.

'Es lo más difícil porque si no tienes el poder económico, tienes muchas limitaciones de cosas que quisieras hacer y no puedes hacer. Por primera vez se trajo un curso de árbitros con el presidente de la Comisión de Arbitraje de la FIVB y no se le cobró nada a los árbitros. Por primera vez en los últimos cinco o seis años se hizo un torneo de playa de mayores con premios y no se le debe un centavo a ninguno de los que jugó allí', apuntó.