La actual «Ley de Farmacias» no reconoce que aquellos que están hábiles puedan expedir recetas.

La fuga de médicos en Puerto Rico es latente, la salud de los puertorriqueños, en especial de los adultos mayores, cada día se ve más afectada y la calidad de vida se va transformando en precariedad. 

Son más de 2,000 los médicos, entre ellos especialistas, que ya no están en Puerto Rico y eso ha desencadenado en que la Asamblea Legislativa intente hacer ajustes legales para que los pacientes no se vean afectados en el proceso.

Un estudio de mercado realizado por Faro, LLC. en septiembre de 2024, encontró que, a pesar de que en Puerto Rico aumentó la cifra de médicos practicando de 9,295 a 9,809 en los pasados años, todavía existe una reducción con los médicos especialistas. 

Por ejemplo, en una tabla estadística del mismo estudio, reflejó que para el año 2023, había 5,082 médicos en la práctica general, pero especialistas, agrupaban 4,727. 

Según el estudio, los especialistas con los que menos cuenta Puerto Rico son: dermatólogos (0.9%), endocrinólogos (0.8%), enfermedades infecciosas (0.8%), otorrinolaringólogos (0.7%) y reumatólogos (0.6%). 

Tras lo evidente, el presidente del Senado, Thomas Rivera Schatz, la senadora Joanne Rodríguez Veve y el senador popular José Luis Dalmau Santiago, radicaron el pasado 1ro de octubre, un proyecto de ley para enmendar la Ley 247-2004, más conocida como la “Ley de Farmacia de Puerto Rico”, a los fines de incluir a los “Nurse Practitioner”, como prescribientes autorizados para expedir recetas en la isla.

El Proyecto del Senado 757, en su exposición de motivos, recalca que por la “creciente demanda de servicios médicos y la limitada responsabilidad de profesionales en la Isla, evidencian la necesidad de optimizar los recursos humanos en el campo de la salud, para garantizar un sistema sanitario eficiente”.

Los “Nurse Practitioner” (enfermeras (os) de práctica avanzada) o NP, son enfermeros que cuentan con maestrías y doctorados en el campo de la salud. Actualmente, por el Reglamento para la Regulación de la Enfermería Avanzada en Puerto Rico” (Reglamento 9104 de 9 de agosto de 2019) y la “Ley para la Regulación de la Enfermería Avanzada” (Ley 254-2015), los NP pudieran estar autorizados a emitir recetas dentro de un acuerdo colaborativo con un médico. 

Sin embargo, la Ley vigente de Farmacias, únicamente reconoce como prescriptores a médicos, odontólogos, dentistas, podiatras y veterinarios. Esta discrepancia ha provocado que muchas recetas actualmente no sean procesadas en las farmacias si vienen hechas por un NP.  

José Santiago Avilés, quien es enfermero generalista, le contó a NotiCel que “las farmacias no lo reconocen porque no están dentro de la ley. La Ley de Farmacias  no reconoce (al NP) como con licencia para recetar, es nula”. 

Por tanto, la medida reza que “esta inconsistencia ha generado que las recetas emitidas por los Nurse Practitioner no sean aceptadas por farmacias, afectando la aplicación de sus atribuciones legales”.

Santiago Avilés fue enfático que darles visto bueno a estas enmiendas a la ley no es sinónimo de aumentos de salario, sino de que exista mejor calidad de servicios de salud.

“Aquí tenemos que ver cuál es la necesidad principal. Esto no es para darle más dinero a los enfermeros, esto no es una medida para aumentarle el salario ni para restarle dinero al médico, porque ese paciente sigue siendo del médico, no del NP”, puntualizó.  

De darse paso en la Asamblea Legislativa, los NP pudieran expedir recetas en Puerto Rico, autorizadas por un médico, con la excepción de las Categorías I y II de la Ley de Sustancias Controladas. 

El P de la S 757, que fue un rescate de una medida pasada, fue automáticamente referido a la Comisión de Salud del Senado que preside el senador penepé, Juan Oscar Morales.

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