Una querella por discrimen por compensación monetaria radicada por un gerente de UBS, quien ha laborado para la firma por 25 años, ha traído a la luz supuestas irregularidades en la contabilidad de una de las sucursales de la compañía y que afectaron dicha compensación.

Carlos Capacete, quien es branch office manager en UBS de Hato Rey, se querelló infructuosamente contra la firma ante FINRA, la agencia reguladora de compañías de inversiones, al percatarse que UBS no estaba pagando a los gerentes en Puerto Rico una compensación justa y que los cinco gerentes de sucursales en Puerto Rico eran los peores pagados. A modo de ejemplo, Capacete alegó que en el 2008 devengó un bono de $105,000.00, mientras sus pares en los Estados Unidos devengaban bonos que giraban entre $239,000.00 y $656,000.00.

Como parte de la querella, Capacete, quien es Contador Público Autorizado, también hizo un sinnúmero de planteamientos sobre los errores e irregularidades en el sistema de contabilidad de UBS, muchos de los cuales le perjudicaban en términos de su compensación. Durante la vista de arbitraje, varios ejecutivos de UBS admitieron que Capacete tenía razón en relación con cada uno de estos planteamientos. Se hicieron cambios en la contabilidad, pero nunca retroactivamente para corregir los errores en cuanto a compensación.

Capacete llevó a la gerencia unas preocupaciones serias sobre la práctica de ciertos funcionarios de UBS de fomentar que los clientes cogieran préstamos de UBS Bank en Utah con el propósito de comprar fondos mutuos de Puerto Rico. Capacete presentó preocupaciones sobre la referida práctica ilícita e irregular, pero la firma le dijo que había investigado y no había encontrado nada inapropiado.

‘Capacete tuvo un intercambio de mensajes con el Robert Mulholland, director de ‘Wealth Management’ de UBS Financial Services, Inc., a cargo de toda la operación ‘retail’ de UBS. Mulholland respondió de forma hostil a los planteamientos hechos por Capacete, indicándole que lo que tenía que hacer era dejar de quejarse y ponerse a trabajar’, dice la querella.

Capacete, quien argumentó que ha sufrido represalias, alegó que Ramiro Colón, que es la única otra persona en UBS en Puerto Rico que ocupa la misma posición que Capacete, fue señalado como la persona que fomentaba la práctica ilícita mediante la cual los clientes cogían préstamos de UBS Bank para el propósito de comprar los fondos mutuos de Puerto Rico pero que contrario a él, se le dio una calificación de trabajo favorable.

Las prácticas causaron problemas mayores para UBS en Puerto Rico, incluyendo un problema severo de relaciones públicas y un sinnúmero de querellas instadas por clientes de la firma, según el documento.

Capacete levantó irregularidades en la forma en que UBS-Hato Rey aparentemente subestimó sus ingresos, lo cual afectó su compensación. A modo de ejemplo, en enero del 2010 se reportó un ingreso de $2.5 millones en un informe y un ingreso de $2.1 millones en otro que al ajustarse mostraron comisiones de $830,000 cuando para el resto del año fueron de $1.6 millones. Esas discrepancias no aparecen reportadas en otras sucursales, dijo.

El gerente también se quejó de que UBS calificó la patente nacional como un gasto operacional o licencia municipal en sus libros en vez de calificarlo correctamente en términos de su contabilidad como un impuesto, algo que también afecta la compensación. El documento no indica la forma en que se afectaba UBS económicamente.

Capacete dijo en la querella que por años ha cuestionado los gastos de renta de la sucursal de Hato Rey ya que entendía que estaban siendo sobre estimados. A modo de ejemplo, la oficina pagaba por uso de espacio en dos pisos que no estaba usando, según la querella. Según la querella, la oficina usaba un 30% de las facilidades pero pagaba más por renta que otras sucursales que usaban el mismo espacio.

Brief de vista FINRA_8506