Conoce aquí las medidas que tomarán de cara a ala reapertura.

En medio de la pandemia por coronavirus, muchas actividades que considerábamos normales han cambiado. Ir al supermercado a hacer la compra ahora requiere un protocolo que incluye mascarilla y guantes. La reapertura de los salones de belleza no será la excepción.

La gobernadora, Wanda Vázquez Garced anunció hoy, jueves, la reapertura de estos centros de belleza y barberías desde el 26 de mayo, en horario de 9:00 de la mañana a 5:00 de la tarde, y con permiso para operar de lunes a sábado, pero con medidas de distanciamiento social.

Ir a un salón de belleza ahora recogerá una nueva experiencia. «Será mandatorio que todo ciudadano utilice su mascarilla o se cubra la boca y la nariz todo el tiempo, no importa la actividad, va a ser mandatoria», exclamó Vázquez Garced en conferencia de prensa desde el Centro de Convenciones Pedro Rosselló González, en Miramar.

Pese a que el anuncio de la Gobernadora se concretó hoy, desde la pasada semana los profesionales de esta industria ya se preparaban para recibir a sus clientes con la baja que supone haber perdido ingresos de meses tan importantes como mayo, cuando las graduaciones, paralizadas por el coronavirus, allegan decenas de estudiantes hasta los salones para arreglarse.

Mary Castro, propietaria de ‘U salón’ ofreció, durante la actualización del ‘Task Force Económico’ mediante WIPR la pasada semana, un aperitivo de las medidas que se implementarán en los salones de belleza una vez retomen sus labores.

Ir en grupo o acompañados al salón de belleza será cosa del pasado, al menos mientras perdure la pandemia. Ahora, y según expuso Castro, se permitirá únicamente en el establecimiento a la persona que recibirá el servicio.

Pero los cambios incluyen también a los estilistas y profesionales de esa industria. El día iniciará tomando la temperatura de los trabajadores de la belleza, quienes deberán haber llegado a trabajar con sus mascarillas y guantes.

Luego, tras percatarse de que todo esté bien, se puede proceder a verificar al cliente.

Para iniciar, «el cliente no puede estar acompañado, no puede llevar mascotas. Y si llega antes de la hora (de su cita) tiene que esperar en el carro», agregó la mujer.

Una vez culminada la fase de espera, recibir el servicio también implicará cambios. Primero, al cliente se le tomará la temperatura. Luego, si no presenta fiebre, podrá pasar a atenderse.

Si todo transcurre con normalidad durante ese periodo y el servicio se concluye, habrá que «desinfectar el área del estilista cuando termine».

El protocolo de verificación y desinfección se repetirá con cada cliente.

«Ha sido duro, ha sido duro para nosotros como empresa y para los estilistas. Nos dio en una época bien fuerte porque perdimos madres, perdimos graduaciones», expuso Castro durante su intervención en el referido programa.