Guadalajara (México).- La selección femenina de voleibol de Estados Unidos se clasificó para las semifinales de los Panamericanos de Guadalajara tras doblegar, con más dificultad que la que indica el resultado (3-0), a la voluntariosa México, que aún no ha logrado estrenar su casillero de victorias.

Una vez más el público volvió a empujar hasta lo indecible, y algo consiguió afectar a las norteamericanas, algo dubitativas en el arranque, aunque el conjunto de John Banachowski se rehizo rápidamente y tomó el control del partido (13-6, 20-10).

Existe un abismo de distancia entre la calidad y el físico de unas y otras, pero las mexicanas suplen esa carencia con toneladas de oficio y alegría. Estados Unidos, por su parte, a pesar de presentar un equipo sumamente joven (el técnico comenta que es el equipo C del país), consigue minutos ‘de película’ que dejan claro que algunas de sus jugadoras juegan de memoria.

Una de ellas es la capitana, Cynthia Barboza. Espectacular e inteligente en sus acciones, siempre generosa con sus compañeras, atenta en gestos de ánimo y con la sonrisa clavada en el rostro. Es la cara de la confianza.

Tras imponerse en el primer set (25-14) con un fuerte remate de Alexandra Klineman, llegaron los mejores minutos de México, en los que trataron de igual a Estados Unidos (10-10, 17-15) hasta que, de nuevo, la mayor estatura de las norteamericanas resultó fulminante (25-16).

En la tercera manga la plantilla de las barras y las estrellas salió como un torbellino (4-0) pero México aplacó el temporal a tiempo (9-8) para brindar un último y admirable esfuerzo a su afición, a la postre inerte.

Dio igual, porque esos últimos minutos de aguerrida y brava lucha que protagonizaron quedarán grabados en la retina de sus aficionados (24-25, 26-27, 28-29). Las estadounidenses gestionaron bien los nervios y se clasificaron para semifinales (31-29).

México, que ha presentado en Guadalajara una base interesante sobre la que construir un futuro sólido, se disputará con Canadá el séptimo puesto.