El casco urbano de Mayagüez permaneció con poco movimiento hasta tempranas horas de la tarde, quizás como signo de recuperación tras la larga noche de jangueo universitario que suele acompañar la celebración de las Justas Interuniversitarias.

Tanto oficinas profesionales como comercios ajustaban sus horarios o permanecían cerrados para cortar gastos en unos días que la Sultana del Oeste se paraliza por la llegada de miles de personas de toda la Isla.

Uno de los que se encontraba instalando unas tormenteras en las vitrinas de su tienda era el gerente de Tiendas La Gloria, José Santana Rodríguez, quien indicó que las ventas del día de ayer se vieron reducidas a la mitad. ‘Es algo que siempre afecta, es un sacrificio para nosotros. No es a largo plazo pero en estos días hace daño.’ Tanto él como su mano derecha en la tienda opinaron que para el próximo año, los eventos artísticos deben celebrarse todos en el litoral costero de la ciudad. ‘Lo que tiene que ver con el licor y las tarimas lo deben mudar allá. Ahora mismo no hay control de la bebedera, la Policía trata de tener control pero no es posible en lo que tiene que ver con el alcohol. Lo que se ve por ahí después de las seis o siete de la noche lo que da es pena’, sostuvo.

Según Santana Rodríguez, sus clientes le habían informado que algunos doctores no habían abierto sus oficinas durante el viernes. De una inspección rápida por los edificios médicos y profesionales, estos no presentaban la actividad usual de un día en semana y otros anunciaban modificaciones de horario. Igual las calles aledañas a la plaza mostraban movimiento directamente relacionado a la montura de kioscos y a los preparativos para la tercera noche de las Justas.

Otros que vieron afectadas sus ventas fue la tienda Barrons de ropa de hombre. En ella laboraban el día de hoy Sonia Ballester y Tito Tommassini quienes aceptaron que la clientela había mermado. ‘Hoy viernes, que usualmente la tienda tiene muchos clientes pues ha bajado. Desde las 12:30 solamente han llegado tres personas.’ Sin embargo, lo vieron como un sacrificio temporero para que otro tipo de negocio pueda tener oportunidad de tener buenas ventas. ‘Los negocios de comida que estaban por el piso ahora están guisando un montón. No puede ser todo para unos, debe ser global. De afectarnos no nos afecta a largo plazo. De todas maneras, este mes es un mes malo para nosotros.’

En las calles cercanas a la Plaza de Colón sobresalen los locales vacíos, a la venta o en alquiler y otros edificios que se han remodelado para albergar distintas dependencias gubernamentales.