Un matrimonio puertorriqueño apuesta a la lectura y la cultura como antídoto y esperanza en su misión de rescatar y transformar a nuevas generaciones.

En medio de una sociedad cada vez más dominada por lo digital y las tendencias pasajeras, un matrimonio joven puertorriqueño decidió mirar hacia adentro, a su propio hogar, para rescatar aquello que nunca debió perderse: las historias, tradiciones y valores que definen quiénes somos como boricuas.

De las noches de cuentos inventados para sus tres hijos nació Audaz Editorial, un proyecto que hoy se expande más allá de los libros para convertirse en un movimiento cultural y educativo con impacto en las escuelas y comunidades del país.

“En ese momento no sabíamos que eran nuestros pilares, pero lo que queríamos era fomentar el amor por nuestra cultura, resaltar valores y educar de una manera divertida”, cuentan Merari Cruz Loubriel y Víctor Febus. Esos tres pilares, que surgieron entre risas e historias antes de dormir, hoy guían cada uno de los títulos que publican y cada presentación que llevan a los niños. Desde libros en rima con ilustraciones llamativas hasta lecturas interactivas donde los estudiantes participan, todo en Audaz Editorial está diseñado para divertir mientras enseña.

La apertura del primer Audaz Shop en Plaza Río Hondo marcó un paso importante en esa misión. Allí, además de encontrar los libros, las familias pueden inscribirse en giras de lectura, recibir orientación y participar de actividades como la Fiesta Audaz, un evento que combina música, personajes, talleres y presentaciones para transformar la lectura en una celebración.

“No queríamos hacer una presentación tradicional. Queríamos algo relevante para los niños, que los divirtiera, que resaltara valores y que los atrajera a la lectura”, explican.

Pero más allá de las páginas y de las fiestas, el propósito es claro: rescatar y promover lo nuestro. Para Merari, esas dos palabras definen el proyecto.

“Rescatar, porque muchos niños desconocen palabras y tradiciones boricuas como las parrandas o las trullas navideñas, y promover, porque queremos reforzar aquello que todavía está vivo, como la costumbre de aplaudir al aterrizar en un vuelo. Son cosas sencillas, pero parte de nuestra esencia”, señala.

Ese esfuerzo de rescatar y promover, precisamente, cobra vida cuando los niños reaccionan.

“Las reacciones son de sorpresa, de alegría. Nos llena de orgullo verlos conectar con historias que hablan de sus raíces. Pero también es un poco triste, porque muchos no han tenido acceso a literatura puertorriqueña y se pierden esa oportunidad de reconocerse en ella”, reflexionan.

Lejos de ver la tecnología como enemiga de lo cultural, Audaz Editorial busca tender puentes. Sus libros incluyen códigos QR que enlazan a canciones o videos, y actualmente trabajan en proyectos digitales que van desde cuentos creados a partir de ideas de los niños hasta una futura serie de animación educativa basada en sus personajes.

“Tecnología y tradición no son opuestas, pueden ayudarse”, afirma Víctor.

Ese mismo espíritu de integración está presente en su trabajo con comunidades vulnerables, especialmente ante la ola de violencia que ha sacudido a la juventud puertorriqueña. Con historias como Los Sandwichitos de Mezcla y Malvadín, que aborda el manejo del coraje, abren espacios de conversación en las escuelas para que los niños hablen de sus emociones y aprendan a canalizarlas sin violencia.

“El coraje no es malo, lo importante es cómo lo manejamos. A través de las historias les damos herramientas para canalizarlo de manera positiva”, explican.

Conscientes de que este esfuerzo requiere más manos, en Audaz Editorial también han abierto la puerta a colaboraciones y auspicios que les permitan ampliar el alcance de sus visitas escolares y actividades comunitarias. 

Con Audaz Editorial, Merari y Víctor no solo venden libros: están sembrando orgullo cultural, valores y esperanza en una nueva generación. Una semilla que nació en su hogar, con tres hijos como primeros oyentes, y que hoy germina en salones de clase, centros comerciales y comunidades enteras.