Las nuevas guías para determinar y modificar las pensiones alimentarias, han sido descritas como ‘injustas’ y que perpetúan el ambiente de confrontación entre el padre custodio con el padre no custodio.

El licenciado Hiram Angueira, portavoz de la organización Crianza Compartida, dijo en entrevista con NotiCelque el borrador de las nuevas guías no atiende el problema central que existe por presunto discrimen por razón de sexo que hay al momento de determinar la custodia de los menores y que, por ende, hace que la carga de las pensiones recaiga principalmente en los hombres.

La postura de Angueira se da dentro del argumento de que en la Isla se violan los derechos constitucionales de los hombres que son padres, pues existe una jurisprudencia del Tribunal Supremo del 1953 en donde se establece que la custodia de los menores se les debe dar a las madres.

En el caso Muñoz v. Torres, el Tribunal Supremo determinó que ‘los tribunales deben generalmente preferir el conceder la custodia de un niño a la madre, ya que de ordinario nadie cuida con mayor celo y cariño a un menor que su propia madre, a menos que concurran circunstancias excepcionales que justifiquen el privar a la madre de la custodia’.

Dado estos parámetros, Angueira sostiene que el sistema no se presta para fomentar la crianza compartida y el hombre termina siendo el responsable total de la manutención de ese menor.

En esa línea, expuso que el borrador pone reglas más rigurosas para poder solicitar descuentos en el pago de pensión si el menor se relaciona con el padre no custodio en al menos un 20 por ciento del tiempo. Este presentó como ejemplo que si el padre no custodio incumple con el calendario de visitas dispuesto, se le puede denegar dicho descuento.

Éste coincidió con el senador Carmelo Ríos que estas nuevas reglas para la crianza compartida pudiera perpetuar el conflicto entre las parte porque el padre custodio busque limitar el tiempo que el padre no custodio pase con el menor, para evitar una reducción de pensión.

A su juicio, esto propiciaría que las partes ‘sigan usando los hijos como carnada para conseguir aumento o reducciones de la pensión’.

Otra de las preocupaciones esbozadas por Angueira es que los padres no custodios que tengan que pagar más de una pensión, pudieran sufrir un incremento en el pago de sus pensiones de hasta un 40 por ciento bajo las nuevas guías.

Este destaca que en estos casos solo se pudiera realizar un prorrateo si al sumar el pago de todas las pensiones que debe pagar el padre no custodio se afecta la reserva de ingresos de $615 mensuales, por lo tanto reafirma que es algo ‘injusto’.

En relación a la reserva de ingresos de $615 mensuales dispuesta en las nuevas guías, observó que no existe una garantía total porque queda a la discreción del juez en casos excepcionales.

La administradora de la Administración para el Sustento de Menores (ASUME), Rosabelle Padín, ha asegurado que con el establecimiento de la reserva de $615 mensuales, se atienden los reclamos hechos por los padres no custodios de que las pensiones alimenticias no se atemperaban a la realidad económica actual del país.

Pero Angueira cuestiona: ‘quién vive en Puerto Rico con $615 (mensuales)? Nadie sabe’. Y apuntó que con esto se sigue sin hacer justicia a la nueva familia que haya formado el padre no custodio.

En otro aspectos, señaló que las nuevas guías no toman en consideración si los menores viven en otras jurisdicciones, al momento de determinar la pensión y los gastos que pudiera incurrir el padre no custodio para mantener una sanas relaciones paternos filiales.

Finalmente, aunque las nuevas guías consideran el ingreso neto del padre custodio y se modifica la manera en que se calcula la pensión, Angueira expone que hay casos donde las pensiones pueden subir y otros casos pueden bajar.

Por ejemplo, un padre no custodio que tenga ingresos netos por $1,300 mensuales y tiene un solo hijo de seis años, bajos las tablas vigentes tuviera que pagar una pensión alimentaria básica de $286 mensuales.

Con el borrador de las nuevas guías, supongamos que el padre custodio tiene ingresos de $1,160 mensuales y el padre no custodio tiene ingresos de $1,300 mensuales, la pensión alimentaria básica por ese menor de seis años pudiera alcanzar $291, lo reflejando un aumento de un dos por ciento.

Una de las particularidades de las nuevas guías es que son ‘regresivas’, porque en caso donde el padre no custodio tiene ingresos más elevados, pues la pensión tiende a bajar.

Por ejemplo, si bajo las guías vigentes un padre no custodio tuviera ingresos de $5,000 mensuales y tiene un sólo hijo de seis años, tendría que pagar una pensión alimenticia básica de $1,100 mensuales.

Ahora bajo las nuevas guías, si se considera que la parte custodia tuviera ingresos de $1,300 mensuales, ese mismo padre no custodio pagaría una pensión de $970 mensuales, lo que equivaldría una reducción de un doce por ciento%.

La postura de Crianza Compartida es que el sistema presente hace un negocio de la crianza, perpetúa los roles estereotipados, y pone a las madres y a los padres a luchar por los hijos con tal de que la ‘ganadora’ o ‘ganador’ pueda asegurar un ingreso libre de contribuciones y ataduras por hasta 21 años.

Angueira adelantó que el próximo, 26 de junio, acudirá a las inmediaciones de ASUME para participar en las vistas públicas y presentar la posición de la organización Crianza Compartida sobre el referido borrador.