El educador de salud especializado en diabetes es el primer profesional de la salud que debería orientar a la persona que ha sido diagnosticada con diabetes. Ese sería el escenario ideal, pero lo probable es, que luego de haber visto al médico, la persona acude a la farmacia a recibir orientación sobre los instrumentos de monitoreo de nivel de glucosa y a obtener los medicamentos, y es el farmacéutico quien tiene contacto inmediato con el paciente diabético.

Le compete al farmacéutico preguntar a la persona o cuidador, si fue orientado sobre la conveniencia de consultar otros profesionales, entre ellos, nutricionistas y terapistas físicos certificados y explicarle que la diabetes es mejor manejada si tiene el apoyo de un equipo apropiado de profesionales de la salud.

La diabetes es una enfermedad común; hay varios tipos de diabetes, siendo la mas frecuente la diabetes tipo 2. Los cambios en estilo de vida son recomendados y provechosos en todos los tipos de la condición, siendo los más mencionados, la alimentación y la actividad física. Además del uso adecuado y consistente de los medicamentos, el farmacéutico debe enfatizar estos otros dos conceptos por, también, ser esenciales en el tratamiento para controlar la condición.

Es infrecuente que la persona le pregunte al farmacéutico sobre el tema de actividad física, pero es usual que la conversación gire hacia el uso de medicamentos y los alimentos que debe ingerir. Por lo tanto, conviene que el farmacéutico tenga conocimientos básicos sobre nutrición del diabético que pueda brindarle preliminarmente al paciente o al cuidador, siempre insistiendo en que visite un nutricionista certificado para el diseño de un plan de alimentación adecuado.

Puede ofrecerte información sobre los alimentos básicos en la dieta y proporcionar ejemplos:

Carbohidratos saludables – frutas, cereales integrados, productos lácteos bajos en grasa.

Alimentos ricos en fibras – vegetales, granos, frutas.

Pescado – salmón, atún, sardinas.

Grasas 'buenas' – aguacate, nueces, aceite oliva y de canola.

Debe indicarte los alimentos a evitar y/o a vigilar las cantidades que consume:

Grasas saturadas: mantequilla, salchichas, tocino.

Productos lácteos y proteínas animales con alto contenido de grasa, yemas de huevo, hígado.

Sodio – precaución con el uso de sal en la mesa. Debe recordarse que muchos alimentos contienen sodio y añadir mas puede exceder la cantidad que debe consumir en un día.

Una manera de explicar lo que debe servirse es ofreciendo el modelo del plato:

La mitad del plato debe tener verduras como espinacas, zanahorias y tomates.

Una cuarta parte del plato, servir atún, cerdo magro o pollo.

En otra cuarta parte del plato, colocar arroz integral o una verdura como guisantes verdes.

Incluir grasas 'buenas' - nueces o aguacates (pequeñas cantidades)

Servir una porción de fruta o lácteos y una bebida de agua, té o café sin azúcar.

El farmacéutico te podrá orientar sobre opciones que se encuentran en el mercado, como batidas y polvos nutricionales bajos en calorías y con contenido controlado de carbohidratos y proteínas y la conveniencia de estos para los diabéticos. Estos productos, como Glucerna, pueden suplantar o complementar la alimentación, luego de recibir la orientación adecuada de un nutricionista.

El uso correcto de los medicamentos y la nutrición adecuada son conocimientos primordiales para el diabético. Hay buenos medicamentos y se estudian nuevas alternativas de tratamiento. Igualmente sucede en el campo de la nutrición, se conocen los alimentos y las cantidades convenientes para los diabéticos y han surgido opciones nutritivas que ayudan a los diabéticos a sustituir o complementar la alimentación común. El diabético tiene el reto de conocer nuevos tratamientos y alternativas y los profesionales que le ayudan, el deber de conocerlos y comunicarlos.