Momento de prepararse para una emergencia
El exdirector de Manejo de Emergencias exhorta a tener preparados los planes de emergencia al comenzar la temporada de huracanes.
Se acerca la época en que el riesgo al que se expone la comunidad es predecible, más aún cuando hemos pasado por experiencias recientes sobre sus consecuencias.
Comienza el primero de junio y termina en noviembre 30 y este es el periodo de las tormentas y huracanes. Para este año se pronostica un aumento de un 30% mayor cantidad de eventos atmosféricos que podría alcanzar entre trece a veinte eventos de tormenta tropical hasta de seis diez podrían convertirse en huracán y de 3 en huracanes de categoría mayor.
No pasemos por alto que estos eventos nos pasan muy de cerca en su ruta hacia el norte. No debemos concentrarnos en la cantidad o velocidad de los vientos, el peligro mayor son las lluvias y sus consecuencias tales como inundaciones urbanas y deslizamientos de tierra. La mayor cantidad de muertes ocurridas en tormentas y huracanes ocurren como consecuencia directa de las lluvias. Podemos decir, como al principio, que hemos pasado por las experiencias de Irma y María por lo que esta generación está al tanto de sus consecuencias.
Hemos observado más conciencia ciudadana del peligro de los fenómenos naturales. Se le está dando mayor importancia a la preparación del ciudadano particular. Los medios de comunicación han destacado con mayor frecuencia el asunto de la preparación del gobierno en el manejo de emergencias.
Existen particularidades que deben ser atendidas para que no ocurran situaciones como las que pasamos por María, recordemos que hubo dificultad en restablecer la gobernanza. El problema mayor es que no se articuló un plan de continuidad de operaciones, negocios y gobernanza. Este fenómeno (el de la continuidad) trascendió a los gobiernos estatal, municipal, el nivel federal local y la empresa privada.
Contrario a la percepción ciudadana y de algunos grupos, estamos en mejor posición para responder a una emergencia mayor. Los municipios primariamente y por estar más cerca de la comunidad tienen la responsabilidad de la respuesta inicial en casos de una emergencia. Además, llevan a cabo de los trabajos de mitigación preemergencia tales como la limpieza de ríos y quebradas la remoción de escombros y el mantenimiento de los alcantarillados pluviales.
Vemos la iniciativa de gran cantidad de los municipios en preparar adecuadamente a la comunidad y contar con entidades de base de fe y voluntarias. Los alcaldes son los principales gestores y líderes en la gestión de emergencia en sus municipios están más presentes en actividades de preparación para eventos de emergencia y esto es muy bueno.
Por otro lado, la preparación de las agencias estatales ha mejorado. Han desarrollado planes de continuidad de operaciones y de gobernanza la agencia de Seguridad pública especialmente Emergencias Médicas y Manejo de Emergencias ha mejorado sus sistemas de comunicaciones e interoperabilidad; se han hecho ejercicios y simulacros con el propósito de identificar con tiempo áreas a mejorar.
Lo más importante es la gestión del ciudadano dirigida a la preparación individual, familiar y comunitaria teniendo un plan de emergencia discutido y practicado con su familia. El plan de emergencia debe identificar los posibles riesgos de la comunidad en que reside, lugar de trabajo y el lugar de estudios de sus hijos. El ciudadano en particular debe ir más allá y conocer los planes de emergencias municipales y los de los lugares de trabajo y la escuela de los niños para tener una idea de cómo reaccionar sí la familia no se encuentra en el mismo lugar al momento de la emergencia.
Recuerde que en el antes, durante y después de una emergencia deberá estar pendiente a los mensajes oficiales del Gobierno municipal, estatal y el Servicio Nacional de Meteorología. Por favor, no asocie las alertas de condiciones del tiempo con café, galletas o emojis, esto es un asunto que debemos tratar con mensajes sencillos y uniformes para que así sean entendidos por todas las partes.