La medida, aprobada recientemente por la Asamblea Legislativa, elimina la posibilidad de sentencias suspendidas o penas alternativas.

La gobernadora Jenniffer González Colón firmó el martes una ley que endurece las consecuencias para conductores que provoquen muertes o lesiones graves mientras manejan bajo los efectos del alcohol, en una actividad marcada por relatos de pérdida, reclamos de justicia y un llamado insistente a frenar una conducta que sigue dejando familias destrozadas en el país.

Durante la conferencia, la gobernadora convirtió en ley el proyecto de la autoría de Fernando Sanabria Colón, representante por el Distrito 30 (Santa Isabel – Salinas – Guayama – Arroyo), que establece pena de cárcel obligatoria para conductores ebrios que causen la muerte o daño corporal grave.

La medida, aprobada recientemente por la Asamblea Legislativa, elimina la posibilidad de sentencias suspendidas o penas alternativas y constituye un paso significativo en la lucha contra la conducción ebria en Puerto Rico. 

El Proyecto de la Cámara 321 pasa a ser ahora la Ley 136- 2025, “Ley para hacer Justicia a las Víctimas de Conductores bajo estado de Embriaguez y otras Sustancias Controladas”.

“Con la firma de este proyecto, enviamos un mensaje contundente: en Puerto Rico no permitiremos que conductores bajo los efectos del alcohol continúen causando dolor a sus familias ni a la de nadie más. Aspiramos a un país de ley y orden, y esta medida demuestra nuestro compromiso real con la vida. El Gobierno de Puerto Rico reafirma hoy su responsabilidad y su determinación de proteger la vida de todos los puertorriqueños”.

La firma ocurrió tras la presentación de la nueva campaña “Un sueño detenido”, de la Comisión para la Seguridad en el Tránsito (CST), que busca alertar sobre el aumento de choques vinculados a la embriaguez y visibilizar a las familias que cargan con esas ausencias.

Entre los presentes estuvo el artista Austin “Arcángel” Santos, quien volvió a narrar públicamente el impacto emocional de perder a su hermano Justin en 2021 en un choque provocado por una conductora ebria.

“En el 2021 mis sueños fueron tronchados totalmente”, dijo Santos.

“No hay nada peor que el éxito cuando se extraña la persona con quien uno lo quisiera compartir”.

Aseguró que la tristeza de su madre continúa marcando su día a día y que por esa razón se comprometió a apoyar iniciativas que busquen disuadir a los conductores de manejar bajo los efectos del alcohol.

“Si es por mí, lo hacemos todos los años mientras tenga vida”, afirmó.

Asimismo, el director ejecutivo de la CST, José Orlando “Memo” González Mercado, presentó estadísticas que reflejan la gravedad del problema.

Entre 2021 y 2024, alrededor del 29% de las fatalidades en carretera estuvieron vinculadas a conductores ebrios. La mayoría de los responsables se concentró en el grupo de 25 a 49 años y los incidentes ocurrieron mayormente en fines de semana y horarios nocturnos. En 2024 se registraron 925 choques relacionados con embriaguez; en lo que va de 2025, la cifra ya supera los 650.

González Mercado adelantó que la campaña contará con $400,000 en fondos federales para difusión en prensa, radio, medios digitales y vallas, y que el gobierno asignó cerca de $300,000 adicionales para horas extra de la Policía estatal y municipal durante la temporada festiva. También anunció la reactivación de las llamadas “borrachitas”, unidades de patrullaje que habían estado fuera de servicio por más de cinco años.

Por su parte, en su mensaje, la gobernadora insistió en que la lucha no es contra el consumo de alcohol, sino contra decisiones que ponen vidas en riesgo.

“Cuando consumimos alcohol nos creemos invencibles, y es ahí donde le quitamos la vida a otra persona”, dijo al recalcar que ser madre le cambió la manera de ver estas tragedias. También reconoció que muchos agentes reciben hostilidad en las intervenciones, pero reiteró que esas detenciones evitan tragedias.

Respecto a la ley firmada, González Colón señaló que busca cerrar brechas que por años permitían que personas señaladas por causar muertes mientras conducían ebrias continuaran en la libre comunidad mientras sus casos se dilucidaban.

“Guiar bajo los efectos del alcohol, cercenar la vida de alguien, no puede quedar como si nada hubiera pasado. Tiene que haber consecuencias reales”, afirmó.

Frente a familiares que aún cargan con ausencias recientes y antiguas, la mandataria cerró con un mensaje claro: “Piénsenlo bien antes de montarse en un vehículo si han estado consumiendo”. El país, añadió, no puede seguir normalizando tragedias prevenibles.