Criar una mujer y dos hombres en un mundo saturado con símbolos que justifican las relaciones desiguales en materia de genero ha sido uno de los grandes proyectos de vida de la activista Amarilis Pagán.

Como feminista, esta mujer entiende muy bien que su trabajo de base y su presencia social como directora ejecutiva del Proyecto Matria deben validarse constantemente en su faceta como madre de Isadora (19), Jaime (17) y Sebastián (13).

De acuerdo a Pagán, lidiar con los prejuicios sociales y el machismo han formado parte de sus constantes procesos de aprendizaje con tres seres que representan experiencias y personalidades distintas, cada uno/a.

Y fue precisamente desde el proceso del embarazo cuando la líder feminista tuvo que lidiar inicialmente con los códigos culturales patriarcales y las innumerables prácticas basadas en el control social del cuerpo femenino.

‘Cuando esperaba por el nacimiento de Isadora, yo estaba bien consciente de que quería tener control de mi proceso de embarazo y parto. Quienes teníamos que decidir éramos mi esposo en aquel entonces y yo. El proceso de crianza nos correspondía a nosotros. Nosotros tomábamos todas las decisiones’, dijo Pagán en entrevista con NotiCel.

El deseo de continuar asumiendo control sobre su cuerpo llevó a Pagán a optar por el proceso de dar a luz a sus próximos dos hijos por medio de la ayuda de una partera.

De acuerdo a la mujer, luego de dar a luz por primera vez se convenció aún más de que el parto debe ser visto como un proceso natural y bonito, en lugar de un proceso comercial expuesto a las regulaciones de los hospitales y médicos.

‘Cuando salí embarazaba de Jaime sentí que quería una partera. Al principio fue un proceso de conflicto porque estábamos retando la conceptualización generalizada de que quien único sabe del proceso de parto era el médico. Yo reté esa concepción al decir que el proceso era uno entre la partera y yo’, narró la líder del proyecto Matria, con sede en Caguas.

‘Ya la tercera experiencia con Sebastián, volví a utilizar la partera. Sabía que el parto, el embarazo y la maternidad, lamentablemente te los venden con una visión de que la maternidad médica y comercial pretende naturalizar cosas que no son naturales y le ha quitado poder a las mujeres sobre sus cuerpos. En cambio, soy de las que pienso que un proceso es más gratificante si la mujer sabe lo que le espera. El parto no es una enfermedad, sino un proceso natural’, añadió Pagán en referencia a la conciencia que había creado cuando estaba embarazada, en espera de su tercer retoño.

Hoy día, Isadora se encuentra haciendo estudios universitarios en España, y los dos varones cursan el nivel de escuela secundaria en Puerto Rico.

Cuenta Pagán que si bien la relación con cada uno ha sido única, existe un elemento común que une a estos cuatro seres: la solidaridad.

De igual forma, el diálogo constante, la confianza y la honestidad han sido parte de las características principales de una familia no-tradicional que hoy día cuenta con una madre lesbiana, una hija universitaria y dos varones en plena adolescencia.

NC: Y han recibido algún rechazo por tratarse de una familia no-tradicional? Su hija e hijos son marginados o reciben burlas por tener una madre lesbiana?

‘Afortunadamente, ese no ha sido el caso con esta familia. De hecho, compañeros de escuela le han dicho a los muchachos que su mamá es ‘bien cool’ porque estoy inmersa en actividades de activismo’, explicó Pagán con tono alegre.

‘Sin embargo, la parte agotadora es en ocasiones tener que repensar lo que aprenden en sus escuelas tradicionales. Muchas veces se exponen a gente que habla mal de las personas homosexuales. Mis hijos e hija también se exponen diariamente a pensamiento machista. Tiene amistades que escuchan canciones que en casa jamás se aprobarían. La parte positiva es que nosotras hablamos mucho. Hablamos de política, de temas sociales, de comunidades. Comparto muchos gustos con ellos en cuanto a música, política, y eso siempre es gratificante’, dijo la madre con satisfacción.

Pagán, además, narró con orgullo el hecho de que sus tres retoños son solidarios con varias causas sociales, incluyendo las relacionadas con los derechos de las personas en la comunidad Lésbica, Homosexual, Bisexual, Transexual, Transgénero y otras identidades sexuales no-heterosexuales.

‘Tanto Isadora, como Jaime y Sebastián me acompañan a manifestaciones, marchas y piquetes y lo hacen con gusto’, indicó la líder feminista.

‘Están convencidos que son guerreros de una causa importante. Estoy orgullosa de los tres’, puntualizó Pagán.