El proceder de la Rama Judicial en el caso disciplinario contra el suspendido juez Manuel Acevedo Hernández deja dudas sobre la agilidad que parecen tener con unos jueces y la falta de agilidad con otros.

Luego de haber sido convicto el 20 de enero, se suponía que el Tribunal Supremo emitiera una orden para que en 10 días Acevedo Hernández mostrara causa por la cual no debía de ser suspendido de la profesión de abogado. Esa suspensión pasa a ser indefinida luego de un proceso de vistas.

Acevedo Hernández, no obstante, todavía aparece listado como abogado en el directorio de abogados de la Rama Judicial y con una dirección en Aguadilla. Todavía se mantiene su suspensión como juez y no ha sido destituido.

Acevedo Hernández fue encontrado culpable de corrupción judicial por haber aceptado sobornos del convicto contable Lutgardo Acevedo López para que lo absolviera del cargo de homicidio negligente en el que murió el guardia de seguridad Félix Babilonia.

Aunque el Tribunal Supremo le había suspendido de empleo y sueldo luego de ser acusado por los federales, no fue sino hasta el 5 de enero, unos 15 días luego de su convicción, que la Comisión citó a Acevedo para una vista sobre el Estado de los Procedimientos Disciplinarios pautada para el 12 de febrero.

Esa vista fue suspendida hasta hoy, lunes, luego que la Comisión fuese informada de que el Negociado Federal de Prisiones transfirió al suspendido juez de Aguadilla del Centro de Detención Metropolitano de Guaynabo a una cárcel en Atlanta, Georgia a pesar de los pedidos que hiciese su abogado para que eso no ocurriera.

Posteriormente la jueza Aida Delgado accedió a trasladar a Acevedo Hernández a Puerto Rico para el procedimiento ante el Comité de Disciplina Judicial en donde enfrenta cargos por violaciones a la ética judicial y de la abogacía.

No obstante, críticos alegan que sorprende la lentitud con la cual se ha movido la Comisión en torno a Acevedo Hernández.

Es doctrina legal reiterada por los tribunales que los procesos disciplinarios contra jueces o abogados son independientes de otras acciones civiles, criminales y administrativas. Un abogado que resulte no culpable en un caso criminal puede ser disciplinado por los mismos hechos en un procedimiento ético.

El exjuez Reinaldo Santiago Concepción, quien no fue acusado de ningún delito, fue destituido como juez y desaforado como abogado por cargos de violencia doméstica y uso de cocaína que se basaron enteramente en el testimonio de su exesposa.

Aunque las reglas de disciplina judicial no permiten querellas contra jueces sobre hechos tan remotos que impidan que un juez se pueda defender o que se pueda hacer una investigación efectiva, el Tribunal Supremo también atendió rápidamente un informe de la Comisión de Disciplina Judicial que recomendó la destitución del juez Federico Quiñones Artau de su cargo como Juez Superior basándose en tres quejas presentadas por el sargento Víctor Quiñones Ortiz, el exsuperintendente de la Policía, Héctor Pesquera, y Francisco Valdés Pérez sobre eventos que habían ocurrido varios años antes.

Al juez Quiñones Artau se le acusó de falta de temperamento judicial a pesar de que sus acciones en los tres casos fueron validadas por el Tribunal Apelativo. La Comisión ignoró sus pedidos de que estaba en una situación de indefensión porque las querellas trataban de hechos remotos.