Nada ha quedado descartado en el caso de la desparición de una mujer de 36 años de edad del centrico pueblo de Aibonito.

El pintoresco pueblo, conocido por sus puestos de barbacoas de pollos, se alborotó el sábado por la noticia de que su vecina, Jacqueline Morales Díaz, se había desaparecido de su hogar de la barriada San Luis.

El inspector Carlos Cruz Burgos, director del Cuerpo de Investigaciones Criminales de Aibonito, rehusó confirmar o rechazar si la pesquisa sobre la desaparición abarcara personas allegadas a la mujer, quien aparenta tener un patrón laboral en establecimientos de comidas al instante.

El domingo en la mañana, el oficial detalló que sus agentes, quienes trabajaron en la pesquisa hasta entrada la noche corroborandoconfidencias y entrevistando testigos, reanudarían sus gestiones a partir del mediodía.

Agregó que los agentes de la Policía y técnicos del Instituto de Ciencias Forenses inspeccionaron el vehículo y la residencia de la mujer sin hallar rastros o evidencia indicativos de violencia.

Morales Díaz, una empleada de restaurantes de comida el instante, fue reportada como desaparecida por quien se identificó como su compañero consensual y de nombre Israel Martínez Rosario, hojalatero de profesión.

Cruz rehusó revelar si su equipo de media docena de agentes estaba viajando al estado de Pensilvania para abundar sobre los contactos de la perjudicada de 36 años de edad y su pareja de 40.

Allegados a la perjudicada habían indicado que Morales Díaz le había expresado sus intencionesde mudarse allá.

La mujer fue descrita como de cinco pies y tres pulgadas de estura, 188 libras, ojos color marrón y pelo oscuro quien padece de diabetes.

Morales Díaz es madre de niños de once y nueve años de edad, cuya custodia estaba asignada a su progenitor desde antes de la desaparición de la mujer.

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