El lanzador tiene la encomienda de silenciar la ofensiva de los Diablos Rojos de la liga mexicana en el primer compromiso de Puerto Rico en la Serie del Caribe.

Puerto Rico coloca sus aspiraciones en el lanzador Ronnie Williams cuando abre su participación en Serie del Caribe ante México a partir de las 11:55 p.m.

“Él (Williams) quiere estar sobre la loma en este partido. Jugó en México y tiene un campeonato con los Diablos. Tengo una confianza increíble en él y lo que puede hacer en el terreno luego de venir de un año duro por las lesiones”, explicó Wilfredo “Coco” Cordero, dirigente de los Indios de Puerto Rico.

En efecto, Williams está deseoso de encarar una alineación repleta de bateadores que en el pasado enfrentó mientras jugaba con los Diablos Rojos de la Liga Mexicana de Béisbol (LMB). Su mente competitiva está centrada en demostrar todo lo que no pudo hacer luego de una lesión en el oblicuo izquierdo.

“Jugué en México en el verano. En mi primera temporada aquí lancé muy bien. Pero el año pasado mostré inconsistencias en mi desempeño. Me quedé con el mal sabor de que no le demostré a la fanaticada de México cuán bueno era. Siento que podía hacerlo mejor, así que esta es mi revancha para demostrarles que estoy de vuelta”, explicó Williams, quien fue el principal protagonista en el partido que llevó a los Indios de Mayagüez hasta la Serie Final de la Liga de Béisbol Profesional Roberto Clemente.

Williams tuvo efectividad de 1.59 en la final. En la semifinal, ganó un juego en dos salidas.

“Esta es una oportunidad de volver a poner mi nombre en el mapa aquí en México y ayudar a los Indios. También jugué con los Diablos Rojos y me cambiaron a Oaxaca. Me gustaba jugar con ellos. Estoy emocionado con la oportunidad de estar con un nuevo equipo como Oaxaca, pero tengo un sabor amargo por la forma en que se dieron las cosas con los Diablos Rojos. Siento que tengo mucho que probar”, expresó Williams.

El estadounidense subirá a la loma con la intención de revindicarse.

"Mi competitividad me hace pedir este juego. Amo a la gente de México, siento mucho cariño por los coaches de los Diablos Rojos, pero lo tomé personal porque ellos básicamente, cuando me cambiaron, me dijeron que no me querían más. Esa es una de las razones. La segunda razón es que he jugado aquí por dos años y considero este país como mi segundo hogar”, señaló Williams.