Minar la credibilidad del testigo Anaudi Hernández Perez, establecer el modus operandi del empresario para echarse a funcionarios al bolsillo, y aclarar que los acusados no recibieron conscientemente dinero por gestionar contratos, fueron algunos de los caminos que tomaron los abogados de defensa en su turno al bate hoy, martes.

Fue una jornada calurosa y lenta dentro de losconfines de la sala número 3 del Tribunal Federal de Hato Rey. Problemas con el aire acondicionado atrasaron este martes el reinicio del juicio contra los supuestos cómplices de Anaudi, que en sunoveno día de desfile de pruebas fue testigo de uncontrainterrogatoriodesabrido con algún que otro dato revelador.

Uno de los favorecidos de la tarde fue Glenn Rivera, exayudantede la Cámara de Representantes. Anclado en evidencia, su abogado Juan Masini repasó documentos y correos electrónicos que desvincularon a su cliente de los contratos que firmó la empresa deAnaudi, 3CommGlobal, con la Cámara de Representantes.

Quien recomendó la concesión del contrato a la empresa deAnaudipara que sehicieracargo de la instalación del cuadro telefónico del cuerpo legislativo fue Víctor Burgos,exdirectorde tecnología del cuerpo legislativo, quien ya se declaró culpable de participar en esquema de corrupción.

La firma que aprobó el contrato pertenece aXavierCalderón,exadministradorde la Cámara también declarado culpable, o a JaimePerelló,expresidentede la Cámara.Anaudino pudo identificar quién firmó al lado de su socio José Rodríguez, quien representó a 3CommGlobal ante el documento oficial.

Todos los abogados, a su manera, intentaron minar la credibilidad del empresario declarado culpable de encabezar el esquema de corrupción. Por ejemplo, el abogado Joaquín Monserrate Matienzose agarró del hecho de que Anaudi inflara el costo total de los regalos que le obsequiaba a funcionarios públicos.

‘Usted le hacía trampa a sus socios’, expresó el licenciado. En su bitácora de ‘contribuciones’, Anaudi apuntó una cartera para Sally por el monto de $1,733.40, precio que la testigoShalimarVega, gerente de la tienda dijo que incluía aparte de la cartera de regalo, unabandanade seda, una billetera y unas yuntas.

Anaudiy sus socios pagabancon una tarjeta deAmericanExpress los regalos y comidas en restaurantes con funcionarios públicos, por lo que el abogadoMonserrateintentó establecer queAnaudile mentía a sus socios, gastando también en efectos personales.

Monserrate Matienzo trajo a colación el intercambio de mensajes de texto entre Anaudi y Sally López. En un mensaje de felicitación durante la época navideña, Anaudi le escribió a la funcionaria ‘lo mejor que me ha pasado en estos últimos años es haberte conocido’. Además, le ofreció ayuda para mudarse cuando esta se separó de su esposo, pero López rechazó su ayuda porque ya había contratado a alguien.

Por último, en un momento en que la entonces administradora de ADL le escribió que dicha dependencia del Departamento del Trabajola habían transformado en un programa, Anaudi respondió: ‘Mi amiga del alma, estaba sin batería, vi tu text ahora. Esto esta cabrón. Estoy borracho y encojonao!! Eres la mejor de todo y me encabrona que te hagan esto puñeta!! Perdón que hable así! Estoy bebiendo desde las 2:00!!! No lo creo, no sé qué decir!!! Bochorno ajeno!!’.

Por su parte, Godwin Aldarondo, abogado de Ivonne Falcón Nieves, exvicepresidenta de la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados (AAA), hizo hincapié en que su representada no recibió dinero ni beneficios a cambio de la concesión de contratos.

A preguntas del abogado, Anaudi coincidió en queFalcón actuó de forma honesta, pero no ofreció una respuesta categórica cuando Aldarondo le cuestionó si la funcionaria tenía en consideración los mejores intereses de su agencia. ‘Puede ser’, según Anaudi, que ella solo tuviera como objetivo ahorrar dinero, crear empleos y mejorar los procesos dentro de la Autoridad.

El juicio continuará mañana miércoles, a las 9:00 a.m. en la sala 3 del Tribunal Federal de Hato Rey, sala presidida por el juez Pedro Delgado Hernández.