Piedras antiguas de Guayanilla podrían alterar la historia oficial
El estudio de una colección de piedras precolombinas podrían alterar la noción que se tiene sobre el denominado 'descubrimiento de America' en 1492.
El arqueólogo Reniel Rodríguezofrecerá el próximo martes, 26 de abril, a las 7:00 p.m. una ilustrativa conferencia sobre Las Piedras Antiguas deGuayanilla, con detalles y conclusiones delhallazode la colección.
En el año 1880, una anciana de origen indígena contó un dato que se había transmitido de generación en generación a través de su familia al padre José María Nazario y Cancel. El entonces párroco del pueblo de Guayanilla y aficionado a la historia y la arqueología fue alertado sobre el lugar donde se hallaban los petroglifos, estas piedras que guardaban otra versión de la historia.
Con el interés de que se reconociera el valor cultural del secreto de su familia, la anciana habría compartido las coordenadas de esa 'biblioteca de piedras' de Agüeybaná. En el barrio que hoy se llama 'Los indios' al noroeste de Guayanilla, a orillas del río Coayuco, bajo una piedra plana y lisa, halló el 'tesoro arqueológico'.
Armado con su bagaje en el estudio de ciencias antiguas a través de su formación clerical en la Universidad de Salamanca, concluyó que las piedras contenían una escritura conocida como hebreo-caldaica, lo cual podía vincularlas con las 10 tribus perdidas de Israel. El padre Nazario entonces infirió que algunas ramificaciones de esas tribus llegarona Puerto Rico y sostuvieron contacto con los indígenas de la Isla.
'Fue una interpretación con la que no mucha gente estuvo de acuerdo, pues hablaba de contactos entre el Viejo y el Nuevo Mundo antes de la llegada de Cristóbal Colón. Aceptar una interpretación como esa alteraría toda la noción existente sobre el descubrimiento de América', explicóRodríguez.
Historiadores como Cayetano Coll y Toste, Adolfo de Hostos, y recientemente, en 1980, el ingeniero e historiador Aurelio Tió, se vincularon profundamente al tema. Tió, entonces presidente de la Academia de Historia, escribió más de 30 artículos en Puerto Rico e hizo gestiones en la Universidad de Harvard y el Smithsonian Institute para informar sobre el hallazgo que consideró 'como el descubrimiento arqueológico más importante que se ha dado en América'.
La organizadora de la conferencia, Zoé Tió, ha gestado esta iniciativa sin fines de lucro, por su aportación cultural y como homenaje a su padre, AurelioTió, quien retomó el estudio de las piedras luego de la muerte del padre Nazario en 1919. Para ese entonces, el ingeniero Tió era el presidente de la Academia Puertorriqueña de la Historia.
Como el estudio que se ha hecho de las piedras ha sido liderado hasta el momento por historiadores - e incluso, la comunidad arqueológica de Puerto Rico ha descartado de lleno la autenticidad de las piedras -, Rodríguez decidió tomar las riendas el asunto y brindarle una dimensión más científica al estudio del artefacto.
Su investigación se compone de tres elementos principales. En primer lugar, los estudios geológicos, que sirven para identificar la procedencia de la materia prima con la que están hechas las piedras. En segundo lugar, una investigación de microscopía con alta magnificaciónpara identificarla tecnología de producción de las piezas, o con qué herramientas se inscribieron las marcas.
Este segundo punto es de vital relevancia, sostuvo el arqueólogo, ya que se podría probar si las herramientas estaban disponibles para la sociedad indígena de la época, o corresponden a una época más moderna, lo que haría que las piedras resulten un fraude, como han vociferado algunos estudiosos sin la debida investigación.
'Podría ser que se demuestre que esto fue un fraude perpetrado por un sacerdote en el siglo XIX, y sería el fraude más grande que se ha hecho en América, o se podría descubrir la primera evidencia contundente de contacto trasatlántico antes de Colón con sociedades del Mediterráneo o del noroeste de África, lo cual alteraría toda la noción previa respecto al supuesto descubrimiento de este hemisferio y también daría base a planteamientos que han hecho otros investigadores', manifestó el arqueólogo.
En tercer lugar, se realizaría un estudio epigráfico de la escritura para ver qué tipo de lenguaje hay inscrito encima de las piedras. Hasta el momento, Rodríguez, que posee un doctorado en estudios de artefactos de piedra de las sociedades antiguas, cuenta con una serie de hipótesis que ha formulado a partir de las investigaciones, que para probarlas necesitará completar los estudios.