Viajar en tren o tranvía (metro) en la ciudad o de un país a otro provoca un cúmulo de sensaciones y reflexiones difíciles de explicar; principalmente si es en el Viejo Continente, con su consabida diversidad geográfica y riqueza histórica y arquitectónica.

Es una experiencia que permite contemplar y admirar el paisaje desde otra perspectiva. El ambiente en las estaciones de tren de por sí constituyen museos virtuales donde; como las plazas de mercado de nuestros pueblos pequeños; se puede observar y disfrutar todo tipo de interacción social en adición a en algunos casos, poder disfrutar sus bellas estructuras.

En estos lugares te encuentras con todo tipo de personalidades y con muchos locales, lo que te permite saborear mas de cerca el ambiente local del lugar visitado. En los últimos años la transición de estaciones y trenes tradicionales (como por ejemplo la de Eslovenia) a un concepto moderno de alta tecnología (como por ejemplo St. Pancras en Londres) va poco a poco desplazando las estructuras y sistemas del pasado.

En adición al banquete visual y existencial de viajar por Europa en rieles, existen muchas otras ventajas y beneficios. A diferencia de los aeropuertos no tienes que presentarte dos o tres horas antes al vagón de salida ni pasar por las interminables y tediosas filas de seguridad. Las estaciones se encuentran en el centro de las ciudades donde se facilita el movimiento a través de otros sistemas de transportación publica a precios razonables y donde también se consigue facilidades de hotel de todas las categorías. Conviene pues:

1. Viajar con poco equipaje. Esta es una de la grandes ventajas del tren donde no tienes que hacer ‘’check in». Tener maletas fáciles de manejar te va a simplificar todo.

2. Debes estar claro si tu compra es en un vagón de primera o segunda clase y si tu boleto requiere reservar con anticipación como pasa en los trenes de alta velocidad, muchos de los viajes nocturnos y los trenes panorámicos. También es pertinente conocer que en algunas rutas cortas y menos transitadas no existe la primera clase. Personalmente he viajado en las dos categorías y en muchos trenes una segunda clase ofrece una comodidad y servicio parecido al de primera. Uno de los criterios para seleccionar primera clase es si el viaje es largo y/ o nocturno o si uno advieneque la ruta es frecuentada por algunos pasajeros ‘’desagradables», algo que uno puede averiguar con anticipación en la web(Trip Advisors u otro foro).

3. Si es la primera vez que viaja en tren, debe familiarizarse con el boleto donde aparecen los datos de hora de salida, asiento, número de vagón y otros para facilitar el abordaje. La formalidad en los detalles en los trenes es uno de los factores que contribuyen a un nivel de puntualidad que raya casi en la perfección en este medio de transportación.

4. Antes, los horarios de salidas y llegadas eran colocados en unas páginas grandes blancas y amarillas, parecidas a las que se usan para anunciar los premios de la lotería tradicional en PR. Hoy día la mayor parte de las estaciones en las grandes ciudades tienen sus pantallas electrónicas.

5. Rail Europe es una buena opción para comprar por adelantado todo tipo de pasaje y para conseguir información mas específica que ayude a tener una aventura por rieles placentera, económica y memorable.