La Dictadura de las Encuestas
El licenciado Víctor García San Inocencio, compara y analiza el contenido de las más recientes encuestas producidas por dos importantes medios del País, incluido NotiCel.
Acaba de fallecer por la apertura al mundo de la competencia la antiguamente famosa encuesta del “medio de comunicación más poderoso de Puerto Rico” , el otrora “Un gran Periódico” ---así se publicitaba en su portada--- para bien del debate político en Puerto Rico.
Aquella famosa y unilateral encuesta autobombizada ---amiga del auto halago, “Alábate pollo que mañana te guisan”--- competía con otras menores, pero era tal la potencia que le imprimían en anuncios pagados, intercambios, y en copietes en mesas de redacción, que su voz era una especie de Oráculo de Delfos continuo, pues discurrían gran parte del cuatrienio, y erigían al medio de comunicación de su multiempresa dueña de muchos negocios, en una verdadera fuerza política e influencista en el gobierno y en la sociedad.
Esto no ha cambiado del todo, todavía el viejo diario de origen ponceño y ahora guaynabito mantiene su mollero, pero el ejercicio de la dictadura de su encuesta, de la potente línea electoral que impulsaba a través de su línea editorial no escrita; la de sus enfoques y desenfoques, titulares, diagramación y cabezotes, esa línea electoral y editorial, tiene ahora competencia real, precisamente con la encuesta Atlas que publicó Noticel, compañía con bastantes más galones que la del diario que sale también impreso como “shopper”, en papel
No estamos hablando de poca cosa. Liberar al menos a una parte del electorado poco a poco de la dictadura de las encuestas, constituye una reconquista parcial del espacio público y del no tan libre mercado de las ideas. Pues sabido es que el viejo diario ponceño y ahora guaynabito daba a conocer políticos y futuros aspirantes; los subía y bajaba, como si de una montaña rusa se tratase; les hacía la guerra, si siendo incumbentes dejaban de ser complacientes a sus intereses que son muchos; dejaba de publicar lo que no le convenía, y hasta en una poco feliz frase, un ex-gobernador los nombró como parte del “ triunvirato del terror”.
Sabemos que se les ha criticado junto a sus encuestas y manipuleos llegando a extremos de exageración. Pero muchas de las críticas, algunas certeras, las han cultivado y cosechado ellos mismos. Tomemos por ejemplo, la última encuesta donde han incurrido en omisiones horrorosas y en donde no han podido explicar el laberinto de sus muestreos.
Sin tener en cuenta, ni tener cautela del riesgo que supone tomar muestras a tres meses de unas primarias, y a ocho meses de las elecciones, con cinco partidos en carrera y muchos candidatos independientes, encuestaron las precandidaturas y candidaturas a la Comisaría Residente dejando fuera a la Senadora y licenciada Ana Irma Rivera Lassen de la Alianza, que tiene el apoyo de dos de los cinco partidos políticos. En la vieja Ponce Candy, del pueblo de origen del hoy guaynabito periódico, hubiesen dado una fortuna por la fórmula de ese chicle. ¿Cómo puede justificarse semejante omisión? que es además, un aplastante atropello contra una senadora electa, primera candidata negra, mujer, lesbiana y digna representante de las personas que somos de edad avanzada. ¿Cómo se puede omitir ---por casualidad--- o sin una explicación coherente, mínimamente satisfactoria, a una ex-presidenta del Colegio de Abogados y Abogadas,que corre a la Comisaría Residente, y de paso, machacar en el discrimen por ser mujer, negra, abiertamente lesbiana, persona de edad avanzada, y quien cree en la descolonización y la soberanía de Puerto Rico. Botaron la bola, cerraron el parque y apagaron las luces.
Ojalá hubieran muchas encuestas que ayudasen como ésta lo ha hecho ya, a abrir los ojos. Que haya competencia que sirva para mejorarlas, pero que las aguanten como sucede en las verdaderas democracias, o en democracias más verdaderas, varias semanas antes del evento electoral. Si bien es cierto que la selección indirecta o subliminal de favoritos por los dueños de medios o de sus ayudantes no puede evitarse, es probable que ante la competencia se cuiden más.
Las ideas y propuestas, los asuntos de contenido y no de poses; los razonados planteamientos y las respuestas, y no la farandulería, deberían ser el núcleo de la discusión pública. Pero el marketing no neutral, forma parte de la libertad de empresa que se funde con la libertad de prensa con toda la mella que provocan a la aspiración democrática.
Esta semana el contenido político de las propuestas de los candidatos de los partidos que han institucionalizado el desastre por medio siglo ---el ppd y el pnp--- cogió vacaciones. Si esto cambiará o no, no lo sabemos. Si la política editorial y la línea política del viejo diario de origen ponceño cambiará, no lo sabemos. Tienen largo tiempo todavía para atender sus errores, sus método-horrores y su política. Nos enteraremos.