Log In


Reset Password
SAN JUAN WEATHER
Opiniones

Momento histórico para la defensa de la vida

Columna de opinión del Obispo Daniel Fernández Torres ante la decisión del Tribunal Supremo de Estados unidos sobre el aborto.

Obispo Daniel Fernández Torres.
Foto: Suministrada

“Antes de haberte formado yo en el seno materno, te conocía, y antes que nacieses te tenía consagrado” (Jr 1, 5).

Ante la reciente decisión del Tribunal Supremo de los Estados Unidos revocando el caso Roe vs Wade y estableciendo que no existe un derecho constitucional al aborto, debemos elevar alegres nuestro agradecimiento a Dios y a los valientes jueces que votaron a favor de esa decisión.

Hoy debemos dar gracias también a tantas personas que constantemente oran y trabajan en la defensa de vida. ¡Cómo no pensar en aquellos que regularmente, frente a clínicas de abortos, acuden a orar y a ofrecer su consejo a las jóvenes para disuadirlas de acabar con la vida de sus hijos!

De igual manera, se le acaban las excusas a los funcionarios de gobierno que se resisten a asumir posturas claras y legislar en defensa de la vida. Como han dicho los obispos norteamericanos: “Rezamos para que nuestros funcionarios electos promulguen ahora leyes y políticas que promuevan y protejan a los más vulnerables entre nosotros”.

En el Catecismo también leemos lo siguiente: “El derecho inalienable de todo individuo humano inocente a la vida constituye un elemento constitutivo de la sociedad civil y de su legislación: Los derechos inalienables de la persona deben ser reconocidos y respetados por parte de la sociedad civil y de la autoridad política. Estos derechos del hombre no están subordinados ni a los individuos ni a los padres, y tampoco son una concesión de la sociedad o del Estado: pertenecen a la naturaleza humana y son inherentes a la persona en virtud del acto creador que la ha originado. Entre esos derechos fundamentales es preciso recordar a este propósito el derecho de todo ser humano a la vida y a la integridad física desde la concepción hasta la muerte” (Congregación para la Doctrina de la Fe, Instr. Donum vitae 3).

En la democracia debe haber espacio para que todo ciudadano reclame sus derechos y exija su espacio de manera pacífica y ordenada dentro de los procesos e instituciones que nos provee la Constitución. Es momento para que todos los cristianos y personas de buena voluntad que creemos en la vida dejemos sentir nuestra voz y seamos escuchados por el liderato político.

Al mismo tiempo, deberemos seguir siendo creativos para encontrar modos cada vez más efectivos para formar adecuadamente a nuestros jóvenes ante la avalancha mediática e ideológica que busca ofuscar sus conciencias. También es necesario renovar el compromiso generoso de proveer toda la ayuda necesaria a las madres con embarazos difíciles.

En conclusión, hay motivos para celebrar y hay motivos para seguir trabajando en la defensa de la vida, regalo de Dios.