Mientras algunos medios internacionales enfocaban titulares en Justin Sun, otras publicaciones destacaron a Deborah Martorell como la primera meteoróloga puertorriqueña en llegar al espacio.

Aunque muchos titulares internacionales resaltaron al criptomillonario Justin Sun como la figura más notoria de la misión NS-34 de Blue Origin; subrayando su desembolso de $28 millones por un asiento en la nave y su breve reflexión sobre la Tierra desde el espacio, otros medios encontraron en Deborah Martorell una historia más trascendente: la de una mujer puertorriqueña que rompió barreras y se convirtió en la primera meteoróloga boricua en alcanzar el espacio.

Medios como People, Space.com y el Austin American-Statesman reseñaron el despegue del cohete New Shepard el 3 de agosto desde Texas, pero centraron su cobertura mayormente en la figura de Sun.

En contraste, la revista BELatina había anticipado la hazaña de Martorell, subrayando no solo su rol como profesional de la meteorología, sino su importancia como mujer latina en un campo históricamente dominado por hombres.

A su vez, medios como The Times of India, Republic World y Financial Express optaron por destacar a Arvi Bahal, empresario de origen indio que también formó parte de la tripulación. Estas coberturas resaltaron los vínculos culturales y nacionales de sus participantes.

Pese a no figurar en todos los titulares globales, la presencia de Deborah Martorell en esta misión no pasó desapercibida para los sectores que reconocen la relevancia de una mujer puertorriqueña cumpliendo un sueño que representa a toda un país. Su viaje simboliza una victoria para la representación, la visibilidad y el acceso a nuevas fronteras desde una Isla que históricamente ha estado marginada de las grandes narrativas espaciales.

Desde las redes sociales y plataformas de comunicación en Puerto Rico hasta espacios culturales latinos en Estados Unidos, Martorell ha sido celebrada no solo por su logro personal, sino por lo que representa: una mujer que llevó consigo al espacio no solo su pasión por la ciencia, sino también en alto el nombre de Puerto Rico.