En su primera producción como solista, el músico presenta varios temas instrumentales del repertorio popular latinoamericano.

Luego de muchos años de trabajo como trompetista de varias figuras de la música latina, el cagüeño Ismael Rossario decidió incursionar en el género instrumental en la que comenzó a explorar con variantes como el smooth jazz, el bolero, el jazz latino y diferentes fusiones musicales.

El resultado es la producción “Mi trompeta, mi vida y yo”, que presentó el músico hace unas semanas y en la que presenta varios temas instrumentales del repertorio popular latinoamericano.

El disco incluye clásicos como «Amor Amor», «Ausencia», «Qué te pedí», «En un beso la vida», «Vereda tropical» y «Mi versión», entre otros.

Desde pequeño, Rosario sintió una atracción especial por la música en su amado pueblo de Caguas, del que siempre hace mención.

Allí, a los 13 años, fue llevado por su madre a la Escuela Libre de Música donde fue acogido por su director Julio César Ortiz, Juan Pacheco y Maco Torres. Luego, en el 1980, formó parte de la Banda Municipal de Caguas para entonces luego trasladarse con solo 19 años en una aventura musical a la ciudad de Nueva York.

De la mano del gran trompetista de las Estrellas de Fania Héctor «Bomberito» Zarzuela logró trabajar con figuras como Héctor Lavoe, Primitivo Santos, Johnny Pacheco, La Gran Manzana, Guancho y Miguelito, la New York Band y Fania Latin Legends de Larry Harlow, entre otros.