A solo un mes de huracanes

La administración de Donald Trump transfirió en agosto del año pasado, a solo un mes del paso del paso de los huracanes Irma y María por Puerto Rico y las Islas Vírgenes, unos $10 millones de las cuentas de la Agencia Federal de Manejo de Emergencia (FEMA por sus siglas en ingles) para ayudar a comprar camas para los campamentos de inmigrantes que mantenía el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de los Estados Unidos (ICE por sus siglas en ingles)

Según un informe en las manos de CBS, el dinero fue utilizado para suplir los campamentos de inmigrantes con camas de adultos y no para los campamentos en donde se encontraban detenidos los niños y fueron transferidos desde la cuenta operacional de FEMA.

De los $10 millones, unos $4 millones fueron identificados como fondos de ‘respuesta y recuperación’ o ‘protección y preparación’ en el pedido. No obstante los recortes tambien afectarían en terminos logísticos la misión de FEMA tras los fenómenos, pues es de este presupuesto de donde sale el dinero para viajes, entrenamiento, ayudas tecnológicas, entre otras labores.

El Departamento de Seguridad Nacional, por su parte, aseguró que los fondos transferidos eran gastos de operaciones rutinarias y no fondos de respuesta para huracanes, reiterando que bajo ninguna circunstancia se cortarlo fondos de ayuda de desastres.

Varias organizaciones, como el Center for Popular Democracy, condenaron las denuncias en contra de la administración Trump.

‘La administración Trump está más interesada en encerrar niños en jaulas que en ayudar a sus ciudadanos puertorriqueños a recuperarse del huracán María. La gente en Puerto Rico y aquellos desplazados por los Estados Unidos aún necesitan urgentemente de dinero de recuperación. Sobre el 97% de las personas que solicitaron ayudas fúnebres fueron denegados. Mientras tanto, Trump fortalece el presupuesto de ICE para encerrar primordialmente a niños negros y marrones en jaulas en la frontera de Estados Unidos y Mexico’, denunció Julio López Varona, director de campañas comunitarias en el Centro y puertorriqueño.

Por su parte, el director del Puerto Rico Relief and Economic Policy en el Center for American Progress (CAP), Enrique Fernández Toledo, tildó de racista el desvío de fondos y de un abuso contra las familias de inmigrantes y los puertorriqueños que aún sufren tras el paso del huracán.

‘La respuesta inadecuada, retrasada, y debil de la administración a la enorme devastación que dejó el huracán María y que dejó casi 3,000 muertes adicionales fue intencional. El presidente Trump no tiene consideración por las vidas de personas de color, es criminalmente negligente y ahora está desviando desesperadamente fondos necesarios para otro abuso moralmente corrupto y racista de su administración contra las familias de inmigrantes’, expresó Fernández Toledo.