El exsecretario de Justicia, Luis Sánchez Betances, solicitó tiempo extra a la Oficina de Ética Gubernamental (OEG) para contestar la querella en su contra en la que se le imputa intervención indebida para presuntamente favorecer a ‘amigo del alma’, el licenciado Jaime Sifre Rodríguez, luego que este último fuera arrestado por conducir bajo los efectos del alcohol.

‘El licenciado Sánchez Betances solicitó una prórroga y se le concedieron 10 días calendario. Esos días vencen el 30 de marzo, pero como cae domingo se pasa al lunes, 31 de marzo’, reveló a NotiCel la directora de prensa de la OEG, Jenniffer Rodríguez.

La funcionaria recordó que la contestación a la querella ‘no es un documento público’, por lo que le correspondería al exfuncionario decidir si lo comparte con los medios o no.

Cuando la querella salió publicada, Sánchez Betances dijo a NotiCel que se sentía decepcionado y aseguró que saldrá airoso del proceso administrativo.

‘Yo respeto a las agencias y sus procedimientos, aunque quienes las implementen se equivoquen’, añadió el exfuncionario de la presente administración de Alejandro García Padilla.

Sánchez Betances fue enfático en que jamás ha violado los cánones de su profesión.

‘Ciertamente estoy decepcionado con la acción seguida. Durante más de 41 años de abogado, incluyendo uno de Secretario de Justicia, jamás me aparté de los principios éticos y morales que rigen mi profesión y mi cargo de Secretario de Justicia’, afirmó.

‘Sin duda me voy a defender y quedara establecido que lo que se me imputa no es correcto ni en los hechos ni en el derecho’, sentenció.

En el portal de la OEG se describe la razón de la querella como: ‘Pretender que tiene la influencia en el ejercicio de las funciones de otro servidor público, a cambio de obtener o tratar de obtener un beneficio; Poner en duda la imparcialidad e integridad de la función gubernamental’.

El documento estipula que ‘el querellado sugirió la posibilidad de que el asunto de la detención del licenciado Sifre Rodríguez se resolviera en el lugar del arresto y no trascendiera’.

También se señala que Sánchez Betances se personó al lugar en un carro oficial de la agencia que dirigía, ‘con los biombos encendidos y acompañado por dos miembros de su escolta oficial’.

Otro de los alegatos que se hace es que el exfuncionario se acercó al sargento Luis W. Rodríguez, con quien intentó hablar sobre el detenido.

Se añade que tanto Sánchez Betances como una de sus escoltas se ubicaron frente a la patrulla donde se encontraba Sifre Rodríguez para evitar que el vehículo se pudiera mover. Por tal razón, el sargento le advirtió al entonces secretario de Justicia que se alejara de la intervención o lo arrestaría por obstrucción de la justicia.

‘Cuando la patrulla donde se encontraba el arrestado comenzó a marcharse, el querellado, molesto, le gritó al Sargento Rodríguez, insistiendo hablarle sobre el arrestado’, continúa la querella.

El documento relata, además, cómo Sánchez Betances continuó con sus exigencias visiblemente molesto y hasta pidió el nombre y número de placa del oficial. La situación continuó hasta el cuartel, donde se creó la percepción de que ‘debía ser atendido de manera privilegiada’.

La querella estipula que la actitud de Sánchez Betances no sólo se ‘circunscribió a su presencia en el lugar de detención y luego en el Cuartel; sino que además pretendió ejercer su influencia a través de una llamada al Superintendente (James Tuller Cintrón) en la madrugada del 7 de diciembre de 2013, alrededor de la 1:00 a.m.’.