Pese a la falta de estadísticas en la isla sobre la incidencia de padres que deciden educar a sus hijos en el hogar, la directora ejecutiva del Consejo de Educación de Puerto Rico, Carmen Berrios Rivera, reconoció que el ‘homeschooling’ ha aumentado en los últimos años en el país.

Berrios Rivera afirmó que ‘esto se esta proliferando bastante, yo personalmente pienso que hay un poquito más de 5,000 familias en Puerto Rico’. De hecho, recordó que a muchos niños de educación especial sus padres les dan educación en casa tras vencer el tiempo que pueden acceder al Programa Home Bound.

En esa línea, reconoció que el que la cifra de deserción escolar refleje un aumento en la Isla en los pasado años, puede deberse a que los padres hayan decidido educar a sus hijos en el hogar y en otros casos que los hayan matriculado en una institución de educación acelerada. A su juicio, debe ser pobre el tanto por ciento de niños que abandonan el modelo de enseñanza tradicional y no está recibiendo ningún tipo de educación.

De otro lado, rechazó que el educar a los niños en el hogar se cree una deficiencia en el desarrollo de sus habilidades sociales. Recordó que gran parte de estos niños practican actividades extracurriculares como los deportes y las clases de bellas artes, lo que les da la oportunidad de socializar. De hecho, destacó que gracias a estas actividades estos niños se caracterizan por ser ‘dotados y talentosos’.

Por otra parte, Berrios Rivera tuvo sus objeciones con los planteamientos de algunas familias homeschooler de que la alta tasa criminal que se vive en el país, la violencia escolar con problemáticas como el bullying y la crisis económica esté incidiendo en que en los últimos años más padres quieran educar a sus hijos en el hogar.

Para Berrios Rivera, las familias homeschooler con las que ha conversado reflejan que la determinación surge por su descontento por el nivel de educación que reciben los menores tanto en escuelas públicas como privadas que no es adecuado con sus condiciones o virtudes.

Aunque aceptó que el bullying es una problematica que se está incrementando tanto en el sistema de enseñanza público como el privado.

Su preocupación sobre estas razones de los padres homeschooler es que no se les esté ayudando a los menores a desarrollar mecanismos de defensa, cuando ‘no toda la vida van a estar ahí’.

Finalmente, Berrios Rivera se mostró a favor de que se establezcan ciertas regulaciones a la práctica del homeschooling en Puerto Rico. Una última medida (P. del S. 2110 del 2011) presentada por el presidente del Senado, Thomas Rivera Schatz, enfrentó seria oposición de las familias homeschoolers.

Puntualizó que los padres ‘deben tomar conciencia de que debe existir algún tipo de mecanismo para que el Gobierno sepa cuántos niños están siendo atendido en la modalidad de educación en el hogar, y que a su vez en el futuro se pueda establecer algún tipo de legislación para que el Gobierno pueda ayudar a estos padres’.

En lo que algunos pudieran catalogar como hermetismo, y Berrios Rivera ha denominado com ‘aislamiento’ con el Gobierno de parte de las familias homeschooler, una de las cosas que más le preocupa es que estos niños sufran algún tipo de maltrato o presencien incidentes de violencia doméstica en sus hogares, un punto que acepta que no le consta que esté ocurriendo.

La falta de estadísticas en Puerto Rico sobre la práctica del Homeschooling igualmente hace incierto conocer cuánto de estos niños al finalizar su cuarto año acceder a estudios en una universidad o un instituto técnico.