Un retraso de unos 30 minutos en un vuelo de Barcelona a la capital de Belgica salvó a dos puertorriqueños del mal rato de la vida o algo peor, luego que un atentado terrorista en el Aeropuerto Internacional de Bruselas dejara al menos 34 muertos y más de doscientas personas heridas.

NotiCel tuvo la oportunidad de dialogar en exclusiva con Yamil Khalil Soto, un boricua de vacaciones en Europa que por poco se encuentra junto a su novia,Zonaida Hernández Concepción, en medio del caos que consumió hoy, martes, el principal aeropuerto de la capital belga.

Terroristas alegadamente afiliados a Estado Islámico (ISISpor sus siglas en inglés) hicieron estallar varias bombas en el lugar ydetonaron explosivos en la estación del tren metropolitano Maelbeek.

Según contó el joven de 25 años de edad, quien viajó a Bruselas desde España para continuar con sus vacaciones, el vuelo que tomaron estaba pautado a aterrizar en dicho aeropuerto minutos antes de la primera explosión, a eso de las ocho de la mañana. El retraso de una media hora en el proceso de abordaje lo consideró pura suerte.

‘Cuando el piloto anunció que estábamos por aterrizar, comenzamos a dar vueltas (en el aire) y nos dicen que parece hay tráfico en el aeropuerto. A los diez minutos, nos deja saber que hubo una serie de explosiones en el aeropuerto, no que era algo terrorista, pero que hubo unas explosiones.Después de otros diez minutos, nos dicen que nos van a enviar a otro aeropuerto al sur de la ciudad’, contó el boricua.

‘Nosotros nos pusimos a pensar… ‘contra, si hubiéramos llegado a tiempo, al menos, estaríamos saliendo de la terminal’, añadió con alegría agridulce y consciente que aunque él y su novia se ahorraron el mal rato, otros no.

No fue hasta su llegada a tierra que se enteró que las explosiones fueron un ataque terrorista.Entonces, comenzó su búsqueda por transportación terrestre e Internet para dejarle saber a sus familiares que todo estaba bien.

‘No sabíamos qué hacer, si nos iban a llevar en guagua o si, en realidad, podíamos llegar a la ciudad de Bruselas porque no sabíamos cómo iba a reaccionar el país’, contó Khalil Soto. ‘Pero la preocupación de nosotros era la familia. Nosotros estábamos bien pero son cinco horas de diferencia. Cuando se levantaran y vieran las noticias se iban a preocupar’, dijo.

Las autoridades ordenaron a los autobuses bajar sus precios hasta 200 euros por persona para transportar pasajeros hasta Bruselas ya que el servicio de trenes también había sido suspendido. Por 30 euros, ambos lograron viajar hasta la ciudad, contó el residente de San Juan.

‘Cuando llegamos, algo que me sorprendió es que estaba todo el mundo tranquilo. Habían guardias por todos lados, militares y perros, pero la gente estaba bien tranquila y las calles estaban básicamente vacías. Los negocios seguían abiertos. Estuvimos hablando unos 15 minutos con el dueño de una tienda de chocolates y nos dijo que aquí todo el mundo es bien liberal, que no tuviéramos miedo. Vimos mucha gente caminando sola, con sus audífonos puestos, siguiendo su vida normal’, describió sorprendido Khalil Soto.

‘Nosotros estamos tranquilos. Esto es un país muy liberal, le dicen la capital de Europa. Es visitado por miles y miles de turistas al año y, a pesar de ser pequeño, tiene su grandeza. Pero pues, no todo puede ser perfecto. Siempre hay alguien que quiere meter la maldad, como pasó en París. (Bélgica) es un país que no ha querido tener un régimen (restrictivo e invasivo) de seguridad pero me parece eso va a cambiar un poco ahora’, culminó.

Dicha política liberal ya recibió críticas por parte de oficiales del gobierno. Según reportó EFE, el ministro francés de Finanzas, Michel Sapin, criticó hoy que algunos dirigentes políticos belgas pudieron haber pecado de ‘ingenuidad’ al permitir el desarrollo de algunas comunidades en ese país en favor de una mejor integración.

Además, informó EFE, el titular francés hizo alusión al distrito belga de Molenbeek, conocido como uno de los núcleos de la actividad islamista en Bélgica. Fue ahí donde el pasado viernes se detuvo a Salah Abdeslam, al que se atribuye la autoría logística de los atentados a mediados de noviembre en París.

‘No sé si hay que decir Bélgica como tal, pero creo que ha habido una voluntad o una ausencia de voluntad de parte de ciertos responsables políticos, puede que con buena intención, puede que por la sensación de que para permitir una mejor integración hay que dejar que las comunidades se desarrollen, puede que por ingenuidad’, opinó Sapin.