Alcalde de Toronto abandona su…

El polemico alcalde de Toronto, Rob Ford, abandonó hoy su domicilio en la ciudad tras la revelación en la noche del miercoles de nuevas grabaciones en las que aparece fumando «crack» y embriagado.

Ford abandonó su domicilio acarreando una maleta pero se negó a contestar a los medios de comunicación sobre dónde se dirigía o cuánto tiempo estaría ausente.

El alcalde de Toronto, que en el pasado ha sido «cazado» ebrio y consumiendo drogas, dijo la noche del miércoles que «buscará ayuda inmediata» para superar su alcoholismo tras la aparición de un video en el que se le ve consumiendo «crack» y una grabación de audio en la que está borracho y utiliza lenguaje soez.

En el comunicado, Ford dijo que abandonará temporalmente su cargo como alcalde de Toronto, y suspenderá su campaña de reelección.

Hoy, los principales líderes políticos de Toronto reaccionaron con desagrado a la aparición de las nuevas polémicas grabaciones del alcalde de la ciudad.

Dos de las candidatas a la alcaldía, Karen Stintz y Olivia Chow, reclamaron a Ford que dimita de su cargo y no se presente a la reelección por «el bien de la ciudad».

En la grabación de audio, Ford balbucea con lenguaje soez que quiere mantener relaciones sexuales con Stintz pero que la política no quiere.

Stintz se mostró especialmente crítica con Ford durante una rueda de prensa celebrada hoy.

«Si Rob Ford realmente lamentara lo dicho se habría disculpado anoche y no estoy interesado en una disculpa vacía. Hemos oído muchas. Rob Ford necesita ayuda. En esta ciudad no hay lugar para el sexismo o la homofobia, especialmente en la oficina del alcalde», dijo Stintz.

En el pasado, Ford ha reconocido el consumo de drogas mientras «estaba borracho como una cuba», pero ha negado que sea un drogadicto.

A finales de 2013, Ford dijo que había dejado de consumir alcohol y drogas y se disculpó repetidamente por sus «errores».

Pero pocas semanas después, el alcalde apareció en varias ocasiones en público con evidentes muestras de embriaguez. Ford afirmó entonces que «nadie es perfecto» y negó que hubiera recaído.