El papa Benedicto XVI anunciará presumiblemente durante su estancia en Cuba que ha reconocido las ‘virtudes heroicas’ del sacerdote y patriota local Félix Varela (1788-1853) y que lo declara ‘venerable’, primer paso hacia la santidad, informaron hoy a Efe fuentes vaticanas y cubanas.

El postulador de la causa de beatificación de Varela, el religioso Rodolfo Cosimo Meoli, dijo a Efe que el 6 de marzo la comisión de cardenales y obispos de la Congregación vaticana para la Causa de los Santos aprobó por unanimidad que en el sacerdote cubano se dan todos los requisitos para ser declarado ‘venerable’.

Meoli agregó que en fechas próximas el cardenal prefecto de esa congregación, Angelo Amato, presentará a Benedicto XVI el parecer de la comisión, para que firme el decreto por el que se reconocen las ‘virtudes heroica’, lo que supone que a partir de ese momento el siervo de Dios Varela pasará a ser ‘venerable’.

Para la firma, precisaron a Efe fuentes vaticanas, no es necesario que se reúnan los cardenales y obispos con el papa, ni que se celebre un consistorio público, basta que Amato presente al pontífice el documento en una visita ordinaria y lo firme.

Se espera que Benedicto XVI anuncie personalmente a los cubanos este reconocimiento durante la visita que realizará al país del 26 al 28 de marzo, tal vez en una de las misas que celebrará en Santiago de Cuba y en La Habana, señalaron a Efe las fuentes vaticanas y cubanas.

El sacerdote cubano Félix Varela es conocido en la isla como ‘el padre de la patria’.

Hace varios años durante una visita a Cuba el cardenal secretario de estado vaticano, Tarcisio Bertone, le calificó de ‘hombre de paz y bien’ y ‘modelo de humanidad’.

Varela está considerado no sólo como el más importante pedagogo y pensador cubano independentista, sino también como un sacerdote ejemplar que dedicó su vida a los humildes, los huérfanos y los inmigrantes.

Incansable luchador contra el colonialismo español en la isla, falleció en el destierro en la ciudad de San Agustín, en Florida (EEUU).

Sus restos fueron llevados a Cuba en 1911 y reposan en el aula Magna de la Universidad de La Habana.

El proceso diocesano de beatificación del ‘hombre que nos enseñó a pensar’, como dicen de él los cubanos, se inició en febrero de 1986.

En el transcurso del mismo muchos han descubierto la riqueza espiritual del padre Varela y, en palabras del cardenal arzobispo de La Habana, Jaime Ortega, para dicho proceso se han recopilado sus textos en español e inglés, así como su pensamiento.

Cuba cuenta ya con dos beatos, Olallo Valdés, de la Orden de San Juan de Dios (La Habana 1820-Camagüey 1889), y José López Piteira (Camaguey 1913-Paracuellos del Jarama, España, 1936), que fue beatificado junto a 497 religiosos asesinados durante la Segunda República y la Guerra Civil en España.

El camino hacia la santidad tiene varios escalones: el primero es venerable siervo de Dios, el segundo beato y el tercero santo.

Venerable siervo de Dios es el título que se da a una persona muerta a la que se reconoce haber vivido las virtudes de manera heroica.

Para que un venerable sea beatificado es necesario que se haya producido un milagro debido a su intercesión y, para que sea canonizado (santo), se precisa un segundo milagro, el cual debe ocurrir después de ser proclamado beato.

En el caso de martirio, es decir aquellos que murieron por no renunciar a la fe católica, no es necesario milagro para ser beatificados, pero sí es obligatorio el milagro para ser canonizado.

Para la Iglesia católica es mártir quien da la vida por Cristo, quien es testimonio de fe.

No se considera mártir a quien la haya dado por un ideal, aunque sea noble.