Ninguna de las piezas tomadas como evidencia en el asesinato de la exreina de belleza, Glorimar Perez, posee rastro genetico de los convictos por ese crimen, Nelson Ortiz Álvarez, Jose Caro y Nelson Ríos Colón, indicó categóricamente Roberto López Arroyo, perito en análisis de ADN en el Instituto de Ciencias Forenses (ICF).

López Arroyo fue llamado al estrado como testigo de la Defensa en la vista evidenciaria con relación a la moción de un nuevo juicio para los tres convictos por el asesinato de la mujer en 1994, que fue presentada a la luz de las pruebas genéticas que descartan la presencia de ADN de estos en la escena del crimen, con el propósito de que el juez José Emilio González ordene la celebración de un nuevo juicio.

Los tres convictos por el crimen fueron encarcelados hace 22 años luego de ser hallados culpables.

‘A esa evidencia se le hacen análisis de concentración de ADN. Extraerlos, concentrarlos, cuantificarlos y entonces se amplifica y se obtiene un perfil. El ADN que hacemos en Puerto Rico es el autosomal, heredado tanto de papá como mamá. La otra es cromosoma Y. Con el autosomal determinamos la línea paterna y materna y con el de cromosoma Y, solo la línea de papá. Esos son los únicos análisis que hice y que se hacen en Puerto Rico’, declaró el testigo, experto en análisis de ADN.

‘Le hice análisis autosomal a todas las piezas, al pantaloncillo y al papel de baño también se le hizo del cromosoma Y. Identificamos que estaban presentes sangre y semen’, añadió el perito.

Las pruebas de ADN hechas por el ICF arrojaron que parte de la sangre encontrada en las piezas de evidencia pertenecían a la occisa, sin embargo se identificaron rastros genéticos de un hombre y una mujer, pero no de los tres convictos por el crimen.

Este hecho respalda las alegaciones de la Defensa de que tienen identificados a dos sospechos que pudieron haber cometido el crimen, un hombre y una mujer, aunque rehusaron identificarlos a petición de Ministerio Público.

Por su parte, los fiscales del Ministerio Público intentaron minar la infalibilidad de las pruebas de ADN haciendo que el experto admitiera que el hecho de que no hubiera rastro genético de los tres convictos, no quiere decir que no estuvieron en la escena.

A preguntas del fiscal Yamil Juarbe Molina, López Arroyo admitió que parte de las muestras habían sido obtenidas de una camisa color azul que se tiene conocimiento pertenecía a Ruiz Colón pero que no mostraba rastros del perfil genético de este.

‘Genéticamente no se asocia. Pero que no haya ADN aquí donde estoy sentado, no quiere decir que yo no esté aquí’, aceptó el testigo.

Sin embargo, la Defensa planteó exitosamente que en un ataque de la magnitud del cual fue objeto la víctima, es prácticamente imposible no dejar rastro genético de alguna índole.

Los fiscales plantearon la doctrina de ‘cosa juzgada’, la cual explicaron impide la celebración de un segundo proceso cuando se resolvieron en juicio previo hechos necesariamente decisivos para un segundo juicio. Se indicó que esta es la cuarta vez que los reos solicitan la celebración de un nuevo juicio.

Finalmente, a eso de las 6:30 de la tarde, el Ministerio Público sometió como exhibit un arma calibre .38 en custodia del Tribunal desde 2010 y que fuera propiedad de Edwin Colón, además del resultado de una prueba pericial del ICF que indica que el arma en cuestión no es compatible con el arma que disparó un proyectil encontrado en el cuerpo de la occisa.

Al finalizar la vista, el juez indicó que se debía someter un memorando de Derecho como parte de la inclusión del arma como evidencia.

‘Este es un caso que no puedo responsablemente resolverlo hoy. Le concedemos cinco días para someter el memorando pero agradezco la forma en que se está llevando a cabo esta vista. Dieron un ejemplo de cómo debe ser la litigación en un tribunal. Me parece que no se le ha coartado el derecho a nadie de expresarse y eso es lo que perseguimos todos’, indicó el Juez.

El tribunal recesó hasta el próximo lunes a las 9:00 de la mañana.