Durante la continuación de las vistas sobre las normas y procedimientos relacionados con la compra y uso de petróleo por la Autoridad de Energía Electrica (AEE), un exfuncionario de la corporación pública testificó sobre las irregularidades que investigó como parte de una auditoría hecha a los procesos de la oficina de compra de combustible.

El químico y exfuncionario Abraham Ortiz Chárriez depuso durante cinco horas y media sobre los hallazgos de una auditoría de los procesos en la mencionada oficina. En mayo de 2010, la barcaza Tennessee transportó combustible de la suplidora Shell desde Yabucoa hasta Aguirre, el cual excedió los parámetros de azufre permitidos por las agencias federales. Sin embargo, la AEE y su oficina de combustible decidieron recibir el combustible, a pesar que el laboratorio Saybolt reportó un resultado antes de tomar la muestra del mismo.

Según Ortiz Chárriez, el incidente de la barcaza Tennesse no fue uno aislado sino que durante la investigación ordenada por el expresidente de la Junta de Gobierno de la AEE, Luis García Passalacqua, los auditores tuvieron conocimiento de unos 10 incidentes similares de aceptación de combustible que no cumplía con distintos parámetros, entre ellos exceso de azufre, lo cual representa un aumento en los gastos de refinamiento que eventualmente llegan a la factura del consumidor de energía eléctrica.

Luego que los auditores presentaron los hallazgos a la Junta de Gobierno y discutieran el informe que habían preparado a principios del 2011, la auditoría fue detenida. En noviembre de 2011, se presentó al entonces presidente interino de la Junta, José Pérez Canabal, un informe que según Ortiz Chárriez no corresponde con el informe original que trabajaron los auditores.

Ortiz Chárriez hizo una comparación de ambos informes y aseguró que el segundo informe alterado buscaba minimizar o permitir como aceptables decisiones erradas de la oficina de combustible y ordenar que se detuviera la auditoría, algo contrario a lo que decía el informe original.

Además,señaló al exauditor Gilberto Rivera Lebrón y a Luis Román como los responsables de la alteración del documento. ‘Estas personas que eliminaron el contenido del informe tenían amplio conocimiento de las irregularidades que estaban ocurriendo’, sostuvo.

El testimonio de Ortiz Chárriez continuará el próximo jueves cuando será sometido al interrogatorio de los investigadores de las delegaciones de minoría en el Senado de Puerto Rico.