Este reconocimiento internacional certifica playas, marinas y embarcaciones que cumplen con los más altos estándares de seguridad, calidad del agua, manejo sostenible y educación ambiental.

Puerto Rico celebró este miércoles la entrega de 15 distinciones Bandera Azul para la temporada 2025-2026, un reconocimiento internacional que certifica playas, marinas y embarcaciones que cumplen con los más altos estándares de seguridad, calidad del agua, manejo sostenible y educación ambiental.

La ceremonia, organizada por la Organización Pro Ambiente Sustentable (OPAS), destacó que el reconocimiento llega en medio de un proceso global de revisión y fortalecimiento del programa.

Bandera Azul, que opera en decenas de países, lleva dos años alineándose con nuevas normativas europeas de protección al consumidor, lo que ha implicado validar que la certificación sea transparente, verificable, robusta y equivalente en cualquier destino.

“Significa que cuando un galardonado de Puerto Rico iza su Bandera Azul, cumple los mismos estándares que en Dinamarca, España, Sudáfrica o Marruecos”, expresó Carmen R. Valentín, directora ejecutiva de OPAS y operadora nacional del programa.

Valentín enfatizó que la certificación no es un trámite sencillo.

“No es básico, no es automático y no es para todo el mundo. Requiere disciplina, inversión, constancia, educación, documentación, mejora continua y, sobre todo, voluntad”. Añadió que Bandera Azul funciona como un modelo probado de desarrollo sostenible para el sector turístico: “Es la oportunidad de cuidar el mismo recurso del que dependen, nuestro mar. Ustedes demuestran que sí se puede hacer turismo responsable, operar con excelencia y servir al visitante sin sacrificar los recursos naturales”.

Las playas reconocidas este año fueron Puerto Nuevo (Vega Baja) y Palomino (Fajardo). La distinción también fue otorgada a la marina Safe Harbor Puerto del Rey, en Fajardo, y a embarcaciones turísticas de East Island Excursions, Bellaventuras del Caribe y Caribe Bliss.

Valentín explicó que los municipios, hoteles, marinas y operadores solicitan la certificación voluntariamente y pasan por un proceso de evaluación para determinar si cumplen los criterios internacionales. OPAS acompaña a los solicitantes desarrollando capacidades para acercarlos al cumplimiento total. La certificación se renueva anualmente por temporada.

Antes del huracán María, Puerto Rico contaba con cerca de 12 playas certificadas; muchas perdieron la distinción tras los daños a la infraestructura, pero varios municipios trabajan para recuperarla. Sobre Punta Salinas, la directora explicó que fue Bandera Azul en el pasado y que actualmente opera como piloto mientras completa trabajos de mejora para regresar formalmente en la próxima temporada.

Durante la actividad, Valentín hizo un llamado a reforzar la colaboración entre agencias, municipios, sector privado, organizaciones sin fines de lucro y la comunidad, insistiendo en que la conservación es una responsabilidad colectiva. También destacó la importancia de la educación ambiental desde la niñez: “La educación es donde comienza la cultura de conservación, respeto y responsabilidad”. Agradeció al equipo de OPAS y al personal internacional que supervisa el cumplimiento del programa.

Aunque se trataba de una ceremonia que destacaba un logro positivo para el país y para su oferta turística, llamó la atención la ausencia de funcionarios clave cuya. Willianette Robles, de la Compañía de Turismo y el secretario del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales, Waldemar Quiles, no estuvieron presentes.