Piden sacar frase 'Dios sea loado' en billetes en Brasil
Sao Paulo.- Una fiscalía brasileña solicitó hoy a un tribunal federal que retire la expresión 'Dios sea loado' de los billetes de real, la moneda nacional, para no privilegiar a ninguna religión ya que el Estado es laico, informaron fuentes oficiales.
La medida no generaría gastos a los cofres públicos, ya que se contempla un plazo de 120 días para que la Casa de la Moneda comience a imprimir los nuevos billetes sin la frase, según un comunicado de la Procuraduría de Derechos del Ciudadano de Sao Paulo, impulsora de la moción.
La expresión está impresa en los billetes de todas las denominaciones de la moneda brasileña (2, 5, 10, 20, 50 y 100 reales).
Durante la fase de investigación del proceso, el Banco Central explicó a la fiscalía que la frase religiosa se ampara en la Constitución de 1988, en cuyo preámbulo se afirma que esta fue promulgada 'bajo la protección de Dios'.
No obstante, el lema fue impreso por primera vez en la divisa brasileña antes de esa fecha, en 1986, en los billetes de cruzado, por decisión del entonces presidente, José Sarney.
En la moción, el procurador de los Derechos del Ciudadano, Jefferson Aparecido Dias, afirmó que ninguna ley autoriza la inclusión de expresiones religiosas en el dinero.
Asimismo reiteró que el objetivo de la acción es resguardar el derecho de libertad religiosa de todos los ciudadanos, aunque la amplia mayoría de los brasileños profesa credos cristianos.
Dias sostuvo en su argumentación que si los reales tuvieran expresiones como Alá sea loado, Buda sea loado, Salve Oxossi, Salve lord Ganesha o Dios no existe, 'con certeza cristalina habría agitación de la sociedad brasileña por la vergüenza sufrida por los ciudadanos creyentes en Dios'.
El 64,6% de los brasileños, cerca de 123 millones de personas, son católicos y el 22,2%, cerca de 42 millones de personas, son fieles de los credos evangélicos, según datos del censo de 2010.
En el país también se profesan de forma minoritaria religiones espiritistas y credos de origen africano, mientras que un 8,0 por ciento de la población afirmó que no tiene religión definida, de los que solo una minoría (615.096 personas) se declaró ateo ante el censo.