Tan importante la inversión extranjera como la producción local
Atraer nueva inversión foránea y lograr la permanencia y expansión de las multinacionales en el país requiere la ampliación de la capacidad productiva, superar los rezagos de costos y la competitividad, además de impulsar con mayor fuerza los incentivos y disposiciones previstos en la Ley 73 de Incentivos Económicos para el Desarrollo de Puerto Rico, estableció el economista Luis Benítez.
Según este especialista, la propuesta impulsada por el gobernador Luis Fortuño para enmendar la Sección 243 del Código de Rentas Internas de Estados Unidos con el fin de beneficiar a las empresas foráneas con una tasa especial aplicable a la repatriación de sus dividendos –iniciativa que cuenta con el respaldo del vicepresidente del Partido Popular Democrático (PPD), Héctor Ferrer–, podría ser una nueva bocanada de aire para la economía.
'La medida podría traer nuevos recursos financieros a la economía para el desarrollo de proyectos, mejorar el acceso a fuentes de crédito y la liquidez en la banca, pero el desafío sigue siendo poner a producir al país, incrementar las exportaciones y mejorar el ambiente para el desarrollo de negocios', explicó Benítez en entrevista con la agencia Inter News Service (INS).
Benítez aclaró que además de la atracción de capital foráneo, un modelo económico sostenible debe estar basado en el desarrollo de empresas locales capaces de establecer cadenas productivas de alto valor agregado y generar empleos.
'Es bueno que se ofrezcan incentivos para promover las inversiones de las empresas foráneas, pero tenemos que avanzar en términos de consolidar la estructura económica de la Isla', agregó.
Planteó que para que la Isla mejore su posición como destino de inversiones tiene que aumentar sus niveles de productividad, especialmente en las áreas de manufactura y servicios.
'El gobierno debe privilegiar la colocación de recursos financieros en la ampliación de la estructura productiva nacional', subrayó.
En este sentido, el secretario del Departamento de Desarrollo Económico y Comercio (DDEC), José Ramón Pérez-Riera, ha expresado en distintos momentos que la estrategia para la ampliación de la industria está en marcha a través del Modelo Estratégico para una Nueva Economía (MENE), que define planes de acción 'que permitirán restaurar el crecimiento económico y crear nuevos empleos en la isla'.
El MENE establece como sectores estratégicos de la nueva economía puertorriqueña el incentivo a la manufactura, agricultura, turismo, comercio, banca y cine, además de promover estímulos para la inversión extranjera.
La estrategia del DDEC para la captación de inversión foránea está dirigida a convertir a Borinquen en la principal plataforma de negocios en el área del Caribe y puente con Estados Unidos, además de atraer inversionistas de España, Francia, Alemania, Suiza y Reino Unido en Europa occidental y de China, Japón, Singapur y Corea del Sur en el este de Asia, que también son los mercados objetivos de otros países caribeños.
Como parte de su paquete de incentivos, la actual administración de gobierno ofrece beneficios fiscales a las inversiones que se desarrollen en sectores claves de la economía, como los servicios de exportación, financieros y de infraestructura, otorgando una tasa de impuesto sobre ingreso de 1 a 0% para las industrias pioneras.
Los productos que sean desarrollados en Puerto Rico pueden beneficiarse de incentivos especiales, como una tasa mínima de 3% o de 1% si es una pequeña o mediana empresa, exenciones de 90% del impuesto sobre la propiedad inmueble, 60% en los arbitrios de licencias municipales y 100% sobre el impuesto de ventas y uso en compras de materias primas.
La Ley número 73 de Incentivos Económicos para el Desarrollo de Puerto Rico, del 2008, otorga a las empresas que establezcan operaciones localmente un paquete de beneficios contributivos que incluyen el 4% de contribución sobre ingreso fijo, 0% a 1% contribución sobre ingreso para actividad novedosa, hasta 50% de créditos contributivos por compra de productos locales, hasta 5,000 dólares por empleo de crédito contributivo, hasta 50% de créditos contributivos para investigación y deducciones especiales por inversión en estructuras, maquinarias y equipos.