Republicanos devuelven el golpe al Senado (vídeo)
El Congreso republicano rechazó esta tarde el plan del Senado demócrata para intentar atajar la crisis de la deuda federal, que sigue sin moverse una pulgada entre la posición demócrata de volver a tomar prestado para manejar los gastos del gobierno, y la posición republicana de ordenar un cese al empréstito público.
Pese al rechazo en la Cámara de Representantes, el plan del presidente senatorial Harry Reid será sometido a votación este domingo en el Senado.
Los legisladores tienen hasta el martes para llegar a un acuerdo sobre la forma de aumentar el techo de endeudamiento del país, que actualmente está situado en $14.3 mil millones, y evitar que el gobierno se quede sin dinero para pagar sus cuentas.
El presidente Barack Obama había denunciado esta mañana que los republicanos en el Congreso habían perdido tiempo precioso, cuando el viernes aprobaron un plan que sabían que el Senado ni la Presidencia aceptarían. El Ejecutivo explicó que ambos partidos principales están muy cerca de un acuerdo sobre la deuda, y exhortó a los congresistas a poner el país por encima del partido.
Obama reaccionó de esta manera a la movida del Congreso republicano, tarde el viernes, de aprobar un plan presupuestario que el Senado demócrata inmediatamente rechazó.
Los ojos del mundo están fijos este fin de semana a la discusión en Washington que podría resultar, si no hay un acuerdo para el martes, en que Estados Unidos tenga una degradación de su crédito por primera vez en su historia, y tenga que recortar pagos de ayuda como el Seguro Social.
'Cualquier solución para evitar el desfalco debe ser bipartidista', sostuvo el Presidente en su alocución semanal desde Casa Blanca.
'Si no (tenemos un acuerdo), por primera vez, podríamos perder la clasificación crediticia Triple A. No porque no podamos pagar nuestras deudas, podemos, sino porque no tuvimos un sistema político Triple A a la altura (de la clasificación crediticia). Y no se equivoquen, para aquellos que se oponen impulsivamente a cualquier aumento de contribuciones, una clasificación crediticia más baja significaría un aumento de impuestos para todos, pagaríamos más intereses en hipotecas, préstamos para autos, y tarjetas de crédito', argumentó Obama.
'se acabó el tiempo de poner al partido por encima. El tiempo de llegar a un acuerdo en beneficio del pueblo americano es ahora', concluyó.
El presidente de la Cámara de Representantes , John Boehner, consiguió aprobar su plan para aumentar el techo de la deuda después de ceder a la presión de la extrema derecha tarde el viernes, pero, como se anticipaba, la victoria fue simbólica ya que horas más tarde la medida fue rechazada por los demócratas en el Senado.
Distintos intentos de solución a la crisis de la deuda siguen en fraguándose, pero ninguno con buenas perspectivas. Después de un fracaso del jueves por la noche, Boehner tuvo que ceder a la presión del Tea Party y sólo consiguió aprobar un proyecto el viernes después de incluir en el texto una enmienda constitucional para prohibir los presupuestos deficitarios. Obama ha dicho que esta opción no es viable porque en pocos meses reviviría la crisis. La fecha límite para lograr una resolución al problema sin afectar los pagos del gobierno federal es el próximo martes 2 de agosto.
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