EEUU entre la espada y la pared
El Departamento del Tesoro de Estados Unidos podría detallar lo que hará con los 100 millones de cheques que emite todos los meses si el Congreso no eleva el tope de la deuda pública. De esta manera, revelaría un plan que se ha mantenido en secreto, que tendría grandes consecuencias para la economía, la calificación de la deuda soberana y la posición política del país.
El gobierno del presidente Obama espera que estas decisiones —a quién pagar y a quién no— puedan evitarse si se llega a un acuerdo para incrementar el límite de la deuda antes del 2 de agosto, pero el tiempo se está agotando. Los funcionarios de la Casa Blanca todavía no han decidido cuándo divulgar el plan y podrían cambiar de idea si hubiese un avance en las conversaciones, publica el Wall Street Journal.
Pero si la inquietud del mercado empeora esta semana, el gobierno podría difundir su plan en los próximos días. Representantes del gobierno no quisieron brindar detalles.
Cualquiera que sea el plan del Tesoro, la Reserva Federal de Estados Unidos jugará un papel importante, si bien ya advirtió que no dispone de herramientas especiales para rescatar al gobierno. La Fed podría optar por tratar de calmar a los mercados financieros, garantizando que los bancos tengan suficiente efectivo para seguir funcionando.
Los ejecutivos de Wall Street creen que el Tesoro reestructurará la forma en que paga sus cuentas, de modo que todos los tenedores de bonos, incluyendo gobiernos como el de China, tengan prioridad. Eso evitaría que el país incumpla el pago de sus obligaciones, algo que hasta Grecia ha podido manejar.
Terry Belton, director global de estrategia de renta fija en J.P. Morgan Chase <><><><><><><>& Co., dijo que cree que hay 'virtualmente cero posibilidades' de que haya un incumplimiento del pago de sus bonos, incluso si el tope de la deuda no es incrementado antes del 2 de agosto./p
p'El Tesoro dispone de otras herramientas que son bastante perjudiciales pero que son mejores que dejar de pagar sus intereses', dijo. Pagar a los tenedores de bonos antes que a los beneficiarios del Seguro Social, por ejemplo, probablemente generaría protestas a nivel político y podría llevar a demandas judiciales y turbulencias en los mercados, además de una potencial rebaja de la deuda de EEUU por parte de las agencias calificadoras de riesgo./p
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