El comisionado residente Pedro Pierluisi anunció el viernes que el proyecto de ley H.R. 1726, que busca otorgar la Medalla de Oro Congresional a la División 65 de Infantería, mejor conocida como los ‘Borinqueneers’, irá a votación en el pleno de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos este próximo lunes.

El proyecto, presentado por Pierluisi y el congresista Bill Posey de Florida, requería un total de 290 coauspiciadores, dos tercios de los miembros con derecho a voto en la Cámara, para poder ser considerado en el pleno cameral. Hasta el viernes, el proyecto cuenta con 301 coauspiciadores.

A su vez, la versión radicada en el Senado federal, S. 1174, presentada por el senador Richard Blumenthal de Connecticut cuenta con 65 coauspiciadores, a sólo dos coauspiciadores para que el proyecto avance en el Senado.

‘Desde el primer día he trabajado junto al equipo del congresista Posey, el senador Blumenthal y organizaciones de veteranos como el Borinqueneer Congressional Gold Medal Alliance, dirigida por Frank Medina. El proyecto fue radicado en la Cámara el 25 de marzo de 2013 y obtuvo el número necesario de coauspiciadores en menos de un año. Asimismo, la versión del Senado fue presentada el 18 de junio de 2013 y se estima que logrará el apoyo necesario en menos de un año. Estos logros evidencian los enormes esfuerzos que se han llevado a cabo a nombre de los Borinqueneers, pero sobre todo, son un testamento a los hombres del 65 de Infantería y al legado que le han dejado a esta nación’, dijo Pierluisi.

La Medalla de Oro del Congreso es considerada la condecoración más alta otorgada por el Congreso en representación de una nación agradecida, a un grupo o individuo en reconocimiento de sus logros y sacrificios excepcionales. Hasta la fecha, los proyectos en ambos cuerpos han obtenido el apoyo de miembros del Congreso de 48 de los 50 estados, los cinco territorios estadounidenses y el Distrito de Columbia.

El 65 de Infantería, compuesta mayormente por soldados puertorriqueños, demostró valentía y lealtad y se ganó la admiración de aquellos que anteriormente, por estereotipos, guardaban dudas sobre los soldados boricuas.