Réquiem por el pueblo ucraniano
El licenciado Víctor García San Inocencio adelanta el posible resultado de los acuerdos de paz que negocia Estados Unidos para acabar la guerra entre Rusia y Ucrania.
Réquiem por el pueblo ucraniano que será "liberado" ahora por dos tiranos: Donald Trump y Vladimir Putin. Lo vertiginoso de este desenlace inicial de la guerra en Ucrania, obliga a que pensemos dónde, si en algún lugar, queda la noción de soberanía y el "tenet" perdido, que durante muchas décadas evitó la adquisición de territorios mediante la guerra invasiva militar.
Ello, porque Puerto Rico y Samoa son remanentes de la eclosión imperial de EEUU y porque en el caso puertorriqueño la adquisición imperial-colonial no ha cesado, sino por el contrario, se ha agravado.
Aparte del sufrido y manipulado pueblo ucraniano y del ruso, ambos esclavos de sus oligarquías y del Gran Capital Corporativo Internacional (GCCI), la soberanía y la independencia atesorada por los "Estasos fuertea", por los más débiles y por las naciones que no hemos alcanzado nuestro Estado, somos los grandes perdedores.
La refeudalización neoliberal mercatoria global se sigue perfeccionando. Somos, la Humanidad toda, prisioneros de las bolsas de valores --y antivalores--, los algoritmos, las redes electrónicas, mediáticas y financieras del nuevo reparto mundial.
Lo que pase en China como potencia regional asiática, probablemente más debilitada en su economía de cómo se la proyecta, sigue siendo una incógnita.
Lo cierto es que Rusia acelera su paso hacia ocupar el puesto de socio minoritario de EEUU, mientras la Unión Europea va camino a su división, pues no podrá sostener la escala del gasto militar sin matar su sueño ya debilitado de estado social.
Sobre el actor cómico Zelensky, irá seguramente a vivir al extranjero con los millones de dólares que le permitan quedárselos y con veinte ojos en la espalda pensando en cuál de sus múltiples perseguidos en Ucrania, o internacionales, le cobrará caramente la factura.
Ucrania será recolonizada y reconstruida por consorcios ruso-estadounidenses que de seguro tendrán accionistas minoritarios de la oligarquía ucraniana. Poco a poco, retornarán al país que era el más pobre de Europa antes de esta fase del conflicto (2014), un par de millones de los más de ocho millones exilados, en medio de un proceso lento y tortuoso, habiendo perdido una enormidad de jóvenes.
Siempre pagamos la factura en las guerras los más vulnerables y se enriquecen los más viles, no importa su bando, ni el resultado en el terreno militar. Con un 20% menos de su territorio y con una hipoteca por lo que queda hasta el último cuarto de siglo, la confusión y desilusión entre el sufrido pueblo ucraniano será brutal.
Sólo los miles de presos políticos y los jóvenes que escaparon la conscripción militar, y los que cargan las heridas de estos tres años de guerra, su Iglesia Ortodoxa rusa proscrita, los partidos opositores políticos, los ruso parlantes y las familias que han enterrado a cientos de miles de muertos, entre otros tantos, se sentirán algo aliviados por la pax ruso-estadounidense.
Las bolsas estadounidenses y de sus acólitos florecerán con esta nueva repartición del botín para unos pocos y de más pobreza para el resto. Réquiem por el esclavizado pueblo de Ucrania, "liberado" ahora por dos tiranos: Trump y Putin.