Reapertura Escalonada
El licenciado Eddie López Serrano destaca se deben seguir implementado las medidas de salubridad para evitar echar por la borda el sacrificio hecho como sociedad tras el toque de queda impuesto a mediados de marzo.
Por varias semanas llevamos leyendo y escuchando en los diversos medios de comunicación cómo habremos de ponerle fin a este confinamiento producto de las restricciones impuestas por nuestro Gobierno ante la propagación de la pandemia del COVID-19; y permitir que nuestro quehacer económico se reactive.
Los constantes enfrentamientos, conocidos, y a puerta cerrada, entre los consejos asesores de la gobernadora Wanda Vázquez Garced (médico y empresarial), han sido épicos y álgidos.
Los retrasos o reiterados traspiés de las diferentes agencias públicas, estatales y federales, han aderezado también el malestar y desesperación de muchos, quienes miran con incertidumbre y preocupación su futuro y el de sus familias, a mediano y largo plazo. El cual, ciertamente, es uno poco halagador.
Debo reconocer que si de algo ha servido este debate entre los grupos que defienden, una y otra posición, ha sido el nutrirnos de mucha información acreditativa (supporting documents) para esbozar planteamientos inteligentes conducentes a la toma de decisiones.
Inclusive, y desde mi punto de vista, se ha extrapolado a las comunicaciones oficiales del Gobierno, las cuales han ido mejorando, en su especificidad y precisión, sustancialmente.
No obstante, y en justicia, debo reconocer también, una amplitud en cuanto a la desconfianza de la ciudadanía, por razón del pobre y deficiente manejo en la toma de pruebas para detección de contagio, así como el rastreo adecuado de los individuos contagiados y sus familias. Cabe recalcar, que en ambas vertientes, y como en otros eventos de emergencias recientes, los alcaldes han dado cátedra de cómo atender la situación, eficiente y adecuadamente.
Me gustaría pensar que, cada vez más, las restricciones, y excepciones, al toque de queda nos hacen un poco más de sentido; y se torna más factible para los agentes del orden público el velar por su observancia y cumplimiento. Es en éste último punto donde debemos ser irreductibles, de lo contrario fracasaremos terriblemente; retrotrayendo así a las imposiciones del 15 de marzo del año en curso.
Reactivar la economía es importante, pero también lo es sopesar cuál es su costo, si no se hace adecuada y ordenadamente. Entonces, procedo a provocar varias interrogantes a continuación: ¿Cómo nos aseguramos que las medidas de prevención requeridas sigan siendo observadas y seguidas al pie de la letra, una vez los comercios abran sus puertas?
Un componente selecto de diversas agencias gubernamentales han diseñado unas guías y protocolos que toda empresa debe cumplimentar su certificación. No obstante, conocemos cómo nos solemos comportar. Quizás, y sólo quizás, los primeros días, procuraremos seguir las instrucciones. Peeeeerooooo … ¿y después?
PROSHA y otras agencias gubernamentales, entre ellas DACO y Hacienda. ¿Tendrán éstas entidades el personal suficiente para garantizar un cumplimiento estricto? ¿O veremos, quizás, más de lo experimentado en las pasadas semanas en supermercados y megatiendas? ¿A quién se le delega la responsabilidad si las cosas van mal, y se disparan los contagios? ¿A quién le impondremos las penalidades luego, y de qué servirían?
Desde el mes de marzo se ha identificado ésta, y la próxima semana (1ro al 15 de mayo), como las puntuales para la medición y evaluación de las cifras de contagio, para de esta forma acreditar, adecuadamente, la toma de decisiones.
Esto significa que el debate entre apertura o restricción económica, se recrudecerá aún más en los próximos días. La responsabilidad de contestar todas las interrogantes al párrafo anterior yace en todos y todas. Y si no por nosotros mismos, por nuestras familias. En particular por todos aquellos cuyos sistemas inmunológicos están comprometidos. ¿Quién de nosotros no tiene uno en su familia?
¡Entonces, ese es el llamado! ¡Ese, inevitablemente, tiene que ser nuestro mantra! Seamos responsables de nuestro bienestar económico para proveer el sustento a nuestras familia, pero a la vez, mantengamos el mismo nivel de compromiso para con las medidas de protección y distanciamiento.
Decretado queda el que la reactivación económica se va a dar de forma parcial y escalonada. Veremos cuáles comercios sobreviven, y cuáles no. Será una nueva realidad. Una dura y lamentable para muchos. Grandes retos y oportunidades se avecinan, y quien vaya a regir nuestros destinos en los próximos años debe tener plena consciencia de ello.