El presidente de la Junta de Calidad Ambiental (JCA), Pedro J. Nieves Miranda, anunció hoy una iniciativa para enfrentar el problema causado por vertederos clandestinos en la isla considerando que depositar desperdicios sólidos no peligrosos (basura, escombros, neumáticos desechados, entre otros) en terrenos y cuerpos de agua aparte de ser un acto ilegal, también impacta ambientalmente y afecta la salud de todos los puertorriqueños.

‘La situación que nuestra isla enfrenta con los vertederos clandestinos y lugares ilegales para depósito de relleno es preocupante. Tenemos que crear conciencia, ya que estos depósitos constituyen un peligro significativo e inminente para la salud humana y el ambiente’, expresó Nieves Miranda.

El presidente de la JCA explicó que la agencia cuenta con personal técnico en las oficinas centrales y regionales quienes identifican lugares como vertederos clandestinos, que están en incumplimiento al Reglamento para el Manejo de Desperdicios Sólidos No Peligrosos.

‘Una vez los técnicos determinan que existen violaciones a la reglamentación vigente de la JCA, la agencia procede a tomar acciones legales y/o imponer multas administrativas’, explicó. Las multas administrativas pueden ascender a $25,000 diarios por cada violación.

Del mismo modo, se le ordena al dueño de la propiedad donde están disponiendo este tipo de desperdicios a cesar y desistir de depositar cualquier tipo de material o desperdicio inmediatamente.

El presidente de la JCA exhortó a todos los ciudadanos a enviar un mensaje a querellaambiental@jca.gobierno.pr para denunciar vertederos clandestinos o cualquier otra situación que afecte los recursos naturales y el ambiente.

‘Todas las querellas y denuncias que recibimos las evaluamos, investigamos el caso y se inspecciona el área afectada para garantizar el bienestar de la isla. Todos somos responsables por nuestro Puerto Rico, con la ayuda de toda la ciudadanía sé que lograremos mantener un ambiente sano y productivo’, insistió.

‘Nuestro objetivo es alentar y promover el bienestar general, creando y manteniendo las condiciones en los cuales los puertorriqueños y el medioambiente puedan existir en armonía productiva y cumplir con las necesidades sociales, económicas y cualquier otra que pueda surgir para nuestras presentes y futuras generaciones’, añadió.