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Carlos Santana resonó la guitarra en el Choliseo con dos boricuas en los cu

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Desde el primer toque del tambor y su inicial nota musical en las cuerdas, el legendario guitarrista Carlos Santana cautivó a la escasa pero entusiasta audiencia que le acompañó en su concierto de la noche del sábado en el Coliseo Jose Miguel Agrelot.

Esta presentación en Puerto Rico, que marca una especie de final de una gira y el comienzo otra, entre sus conciertos fijos en el casino del Hard Rock Café de Las Vegas, contó con el protagonismo de dos virtuosos percusionistas puertorriqueños que se han sumado a la legendaria agrupación.

Las cortinas negras del tercer nivel del principal centro artístico y deportivo de la Isla ocultaron la ausencia de asistentes allí, mientras que desde el segundo, eran visibles los grandes parchos de butacas vacías en el nivel de arena y palco de la instalación.

Sin embargo, los asistentes llenaron el recinto con su entusiasmo de principio a fin con el contagioso ritmo que caracteriza a esta leyenda del rock y que a finales de la década del 1960 despertó a una multitud sin precedentes en un histórico concierto en medio de un lluvioso, hambriento y mugroso día en una finca de Nueva York que duró tres días y cuyas consecuencias, buenas y malas, han durado una eternidad.

Esta leyenda del rock, quien desde sus inicios contó con un conguero puertorriqueño y grabó temas de otras luminarias boricuas y caribeñas, tales como Tito Puente, arrancó con el tema Toussaint L’Overture, inspirado en el nombre del primer presidente negro de un país, Haití, y el cual grabó para principios de la década del 1970.

Continuó su onda con los éxitos que le hicieron famoso para la época del Festival Woodstock en su etapa sicodélica, tocando números de sus primeros tres discos, y en los que se destacaron las ejecuciones del conguero loiceño Paoli Mejías y el baterista carolinence José ‘Pepe’ Jiménez.

En medio de casi cada una de las 18 canciones, Santana, como suele hacer, intercaló melodías de otros temas que le han hecho famoso y merecedor de pertenecer al Salón de la Fama del Rock de Cleveland y de numerosos premios Grammy.

Poco antes de la mitad de su presentación, Santana presentó a su esposa, Cindy Blackman, quien ejecutó un enérgico solo en la batería, cuando el concierto pasó a canciones que el guitarrista popularizó a principios de la pasada década.

Un poco después, la banda del hombre de 66 años de edad y quien ejecuta su guitarra con el mismo entusiasmo que cuando se colaba en las barras de San Francisco en California cuando era apenas un preadolescente, continuó haciendo bailar y brincar a la audiencia con otros temas que le convierten en el ídolo de guitarristas de cualquier edad.

Santana se dirigió a la audiencia para expresar su pésame por el fallecimiento del baladista y sonero de salsa José ‘Cheo’ Feliciano, a quien se refirió como un hermano.

‘Queremos, del centro del corazón, dedicar toda esta energía, esta noche a mi hermano Cheo Feliciano’, dijo Santana al principio de su presentación. ‘Con cariño, amor, respeto y admiración, soñaba y sigo soñando hacer una cosa con Cheo y José Feliciano, pero ahora me tengo que esperar hasta el otro lado’.

El espectáculo concluyó con la presentación de imágenes del más infame y famoso concierto celebrado en el mundo, Woodstock, el cual catapultó a Santana a la fama, precisamente, con la canción Soul Sacrifice.

Como ñapa, el conjunto interpretó el tema Saideira, parte de la más reciente grabación que sale a la venta en estos días.

Mejías le puso el tema jocoso a la presentación al agradecer que los asistentes pagaron para oírlo tocar las congas.

Abrió el concierto la banda de Millo Torres y el Tercer Planeta.

Repertorios:

Millo Torres y el Tercer Planeta

Caravan

Haciendo Tiempo

Me Gustas Como Quieras

Oh Nana

Dime Amor

Ella Es

Lamento