El albergue de niños y mujeres maltratadas ‘Hogar de Todos’, recibió esta semana a un niño de cuatro años, y lo acogieron con las brazos abiertos, pese a que enfrentan todo un dilema económico que los tiene en riesgo de perder uno de los locales en el que dan refugio a mujeres víctimas de violencia domestica y que desde hace meses no recibían fondos federales y legislativos para poder operar.

Contra el hogar ubicado en una zona rural en Juncos, hay una orden de ejecución del Banco Popular de Puerto Rico, que atenta con quitarle uno de los locales que sirve de refugio a mujeres víctimas de violencia doméstica. El otro albergue donde viven 23 niños de entre las edades de 2 a 12 años, no se verá afectado por esta orden, pero también confrontan problemas económicos debido a que no recibieron fondos federales durante el último trimestre de 2014. Aún esperan por los fondos legislativos que les fueron aprobados para continuar dando sus servicios.

‘Estoy tan preocupada… pero Dios siempre provee’, se consuela automáticamente la fundadora,Sor Carmen Cardona, en entrevista con este diario.

El edificio de dos plantas donde ubican las mujeres víctimas de maltrato, les permite trabajar y estudiar, en un lugar seguro mientras salen del ciclo de violencia. Allí se les adiestrapara que puedan crear su propia microempresa en la venta, por ejemplo, dealcapurrias, pasteles y otros alimentos.

Llegan al ‘Hogar de todos’ a cualquier hora del día o de la noche, huyendo muchas veces de hombres violentos. ‘El mayor logro es evitar que las maten. Vienen en crisis y se les da la oportunidad de rehabilitarse y salir del ciclo de violencia doméstica que es muy doloroso’, comentó la Sor sobre quienes usualmente, llegan con una baja autoestima debido al maltrato emocional de quienes les hacen sentir inferiores.

La portavoz del BPPRcomunicó que ya están en conversaciones con la administración del hogar para extender la línea de crédito. Este diario supo que se les permitirá una prórroga mensual, pero al final del año deben haber pagado los $90,000 que tomaron prestados más $13,000 en intereses.

Cardona reconoce que hubo mala administración financiera durante su ausencia, cuando estuvo de misión en México. Aseguró que debido a que la otra Sor fundadora estaba enferma, hubo descuido de la junta en cuanto a la línea de crédito.

Tras su llegada, y haber hecho las debidas reparaciones a los edificios que estaban destruidos, lo más apremiante es poder pagarle a sus cuidadores, a quienes adeuda el mes de julio, y en algunos casos, hasta junio.

Pese a que tienen necesidades de comprar algunos catres, así como los equipos para dar terapia de habla y ocupacional, con las donaciones de la gente están en pie. Esa generosidad les permitió sufragar gastos de materiales escolares para sus niños y niñas. A esa generosidad es a la que apuestan nuevamente, mientras trabajan para estabilizar sus finanzas.