El arresto del juez Manuel Acevedo Hernández representa no solamente el primero que se hace contra un miembro de la judicatura puertorriqueña sino que levanta cuestionamientos legales sobre cómo el Estado debe proceder para hacer justicia tras una absolución que aparenta estar basada en consideraciones ajenas a la evidencia presentada en el caso.

El Fiscal de Distrito de Aguadilla, José Aldebol Colón, dijo que era ‘sumamente especulativo’ el que se tuvieran que reconsiderar las determinaciones tomadas por el juez Acevedo Hernández en casos que hayan estado bajo su consideración.

‘En estricto derecho, cada persona tendrá que hacer su evaluación y someter las mociones que correspondan para nosotros evaluarlas y determinar cuál va a ser nuestra posición. En el caso específico de la muerte de Félix Babilonia, la fiscalía de Aguadilla estaba inhibida completamente y por eso lo estaban llevando a través del fiscal Chico Moya de Arecibo y el fiscal Elmer Cuerda de Mayagüez.’.

Aldebol Colón señaló que sería la primera vez que se podría argumentar una moción de nuevo juicio de parte del Ministerio Público.

‘Sería algo sumamente novel, en blanco y negro no puedo decir qué va a pasar. Ciertamente, si se lograra demostrar que definitivamente la decisión que tomó el juez no estuvo fundamentada en la prueba sino en consideraciones personales o económicas, de naturaleza delictiva, habría que pensar hasta qué punto eso es suficiente para pedir al Tribunal que reabra este caso. Esa es una determinación que una vez concluya el proceso federal contra el juez, le tocaría al Departamento de Justicia y a la Oficina de Fiscales luego de estudiar las probabilidades que tendríamos de prevalecer’. En su opinión personal, indicó que ‘no hay duda que de resultar ciertas las alegaciones de fiscalía federal sobre el juez Acevedo, se podría demostrar que esa sentencia representa un fracaso de la justicia.’

Mientras en los pasillos del tribunal, un empleado de la Sala de Aguadilla quien rehusó identificarse, opinó que ‘los chorros de sudor y llanto bajan de este edificio desde el piso 6 hasta el primero’.

Uno de los pocos abogados en las inmediaciones que declaró abiertamente a los medios, el licenciado Wilson Cabán Ayala, dijo que ‘es lamentable y se le deben garantizar todos los derechos que tiene cualquier ciudadano independientemente de su posición. Siempre afecta la imagen, pero la realidad es que en todos los oficios hay personas que son buenas, regulares o que no se comportan a la altura. En sala siempre lució muy profesional y con un dominio absoluto del derecho.’

Por su parte, el fiscal Miguel Deynes expresó su sorpresa por el arresto del juez. ‘Uno lamenta toda la situación que está ocurriendo. Es un juez que lleva mucho tiempo laborando en esta jurisdicción.’

De otro lado, los vecinos de la residencia del juez expresaron sorpresa por la intervención que les despertó en horas de la madrugada con las voces identificándose como agentes federales y el ruido de cristales rotos durante el arresto.