Pese a que ha habido un insistente rumor que apunta a que el ex comisionado de seguridad de San Juan acusado por pornografía infantil, Hilton Cordero, está en negociaciones con la fiscalía federal, sus abogados federales aseguraron a un juez que no hay conversaciones para una admisión de culpa.

A la misma vez que el Tribunal de Primera Instancia de Carolina atendía la vista preliminar contra Cordero ayer, en el Tribunal Federal se celebró una conferencia de status en la que los defensores consignaron que no hay conversaciones con la fiscalía federal.

La Oficina del Defensor Público federal, que representa a Cordero en los cargos federales por pornografía que enfrenta en esa jurisdicción, mantiene una investigación pericial sobre el disco duro en el que se supone haya sido encontrada la evidencia con la que lo acusaron.

La próxima vista en el caso federal sería el 13 de noviembre.

‘La respuesta es que no. Eso no está ocurriendo’, afirmó también la abogada Mayra López Mulero, defensora de Cordero a nivel estatal, sobre las supuestas negociaciones con fiscalía federal.

‘Eso es un rumor constante que está circulando, pero no es cierto’, afirmó.

López Mulero indicó que el caso en el foro federal, donde Cordero enfrenta 22 cargos de pornografía infantil, se ha dilatado porque no se ha completado el descubrimiento de prueba, que incluye evidencia tecnológica que es compleja.

‘Hay prueba que tiene que ser analizada minuciosamente por los peritos de la defensa y eso es lo que ha dilatado el descubrimiento de prueba’, señaló López Mulero a este diario digital.

En el caso local, Cordero encara un cargo de actos lascivos y otros cargos de producción y posesión de pornografía infantil.

A Cordero se le imputa que entre 2004 y 2007, cuando la presunta víctima tenía entre 12 y 17 años, compartió material pornográfico con la menor.

La investigación sobre este caso surgió luego de las denuncias que hiciera la hija mayor del matrimonio que Cordero tenía con la meteoróloga, Deborah Martorell, sobre supuestos avances sexuales de su padre hacia ella en febrero de 2011, y que condujeron a la ocupación de una computadora y equipo electrónico del ex oficial policíaco.

Por las denuncias que hizo la hija, Cordero no ha sido acusado.