Houston – El exastro cubano de los Medias Blancas de Chicago, Orestes ‘Minnie’ Miñoso recibió el sábado el último adiós de cientos de personas, que acudieron a su funeral celebrado en la ciudad de los vientos.

Miñoso, un oriundo de la Habana, que el pasado domingo falleció a la edad de 92 años, se convirtió en el cuarto jugador negro que llegó a las Grandes Ligas, pero fue el primer latinoamericano que lo hizo.

Más conocido como el ‘Cometa Cubano’, que jugó en el jardín izquierdo, Miñoso fue parte de una generación de peloteros negros que transformaron el béisbol y rompieron la barrera del racismo.

El alcalde de Chicago, Rahm Emanuel, recordó que Miñoso siempre tuvo que luchar contra dos condiciones que eran consideradas desventajosas en su época como era la de ser negro y latino.

Emanuel destacó que ante tal reto, Miñoso respondió a las críticas conectando un jonrón de dos carreras en su primer turno al bate y luego en la vida fue un ejemplo para todos por su entrega en favor de la comunidad y los más necesitados.

Durante la ceremonia religiosa tomaran la palabra directivos de los Medias Blancas, familiares y amigos con un mensaje común que fue el de alabar por encima de todo las cualidades humanas de Miñoso y su gran entrega a los demás.

Nada más conocerse su fallecimiento, el presidente estadounidense Barack Obama destacó el difunto Miñoso como ‘uno de los peloteros más dinámicos y dominantes de los años 1950’ y dijo que aunque no llegó a entrar al Salón de la Fama, su historia representaba mucho más que una placa.

Por su parte, el gobernador Bruce Rauner, de Illinois, admitió que se había perdido una leyenda y recordó a Miñoso como un pionero y líder con el que su estado tiene ‘una deuda de gratitud’.

Un cortejo fúnebre después del servicio religioso pasará frente al estadio U.S. Cellullar Field, el campo de los Medias Blancas donde hay una estatua de Miñoso.