El boxeador puertorriqueño Miguel Cotto, el primer boricua en conquistar títulos mundiales en cuatro divisiones diferentes del mundo del boxeo, regresó a la Isla el domingo tras abatir por nocaut tecnico al argentino Sergio ‘Maravilla’ Martínez en el Madison Square Garden de Nueva York en la víspera.

La llegada de Cotto contrasta con los grandes recibimientos organizados tras los triunfos de su colega Félix ‘Tito’ Trinidad, quien precisamente el domingo será exaltado al Salón de la Fama del Boxeo y, como de costumbre, planifica una gran y ruidosa caravana a su regreso a la Isla el lunes en la tarde.

A su arribo al Aeropuerto Internacional Luis Muñoz Marín a eso del mediodía del domingo, Cotto sólo estuvo acompañado por sus colegas boxeadores puertorriqueños José Cruz y Jantony Ortiz, un exatleta olímpico que debutó en la noche del sábado con su primer triunfo profesional.

Le acompañaron también miembros de su familia y de la prensa que cubrió la actividad, ante la notable ausencia de los miles de boricuas que celebraron su triunfo hasta entrada la madrugada del domingo.

Cotto destacó en la conferencia de prensa que su estilo al regresar de combates estelares en el exterior es ser discreto y su prioridad era regresar a descansar en su residencia, de la cual ha estado ausente durante las pasadas diez semanas.

El modesto recibimiento fue organizado por el secretario de Estado David Bernier y el secretario de Recreación y Deportes Ramón Orta.

Cotto arribó el domingo a Puerto Rico tras arrebatarle en la noche del sábado el campeonato de peso medio del Consejo Mundial de Boxeo al argentino Sergio Martínez para reconocer que su entrenador, Freddie Roach, debió haber estado con él desde el inicio de su carrera.

‘Freddie y Miguel tienen química. Esa comunicación que vimos entre asaltos, era el mismo tipo de comunicación que teníamos durante los entrenamientos’, explicó Cotto a su llegada a la Isla.

‘Todo en la vida tiene un propósito. Tuvimos inconsistencias durante mi carrera y Freddie era la persona indicada desde un principio’, aseguró Cotto sobre Roach, quien llegó a su esquina para su pelea ante el dominicano Delvin Rodríguez, a quien venció por nocaut técnico en el tercer asalto el 5 de octubre de 2013.

El púgil boricua destacó a Roach, quien sufre de la enfermedad de Parkinson, como una persona bien comprometida en su trabajo por ser el primero que llega y último que se va del gimnasio.

‘Con una sonrisa, que no importa de su condición y viendo ese ejemplo, pues lo mejor era brindarle un día a día. Me han hecho trabajar de una manera cómoda y agradable. Lo único que me brinda es dar lo mejor de mí’, dijo Cotto sobre el también entrenador del filipino Manny Pacquiao.

Cotto, de 33 años, dominó de principio a fin la pelea programada a doce asaltos, que se disputó ante más de 18,000 espectadores.

El boricua tiró tres veces a la lona a Martínez en el primer asalto y a partir de ese momento castigó de forma permanente al púgil argentino hasta que su esquina decidió detener el combate.

El púgil caribeño dejó su marca en 39-4-0, con 32 nocauts e hizo historia al convertirse en el primer boxeador puertorriqueño que consiguió cuatro títulos en divisiones diferentes: superligero, welter, superwelter y medio.

A pesar de que Cotto logró esta gesta, no fue recibido en el aeropuerto sanjuanero por ningún grupo de seguidores.

‘Nunca me he dado a conocer como una persona que espera recibimientos, sino irme a mi casa tranquilo’, resaltó Cotto, quien arribó a Isla Verde junto a su familia y los púgiles boricuas Jantony Ortiz y José López, de la empresa Miguel Cotto Promotions.

‘Promociones Miguel Cotto ha ido gateando y levantándose, sin prisa. Si hacemos las cosas bien, pues serán duraderas. Como toda empresa, queremos crecer, pero no a la prisa, sino con paciencia y convertirnos en una de las mejores empresas del mundo’, destacó.