El gobernador Luis Fortuño celebró hoy la reapertura de la Escuela Intermedia Basilio Milán Hernández, la primera Escuela del Siglo 21 en Toa Baja y la tercera a nivel Isla.

El recién remodelado plantel, a un costo de 5.9 millones de dólares, incluye 14 salones académicos, dos salones de educación física, dos laboratorios de computadoras, dos laboratorios de idiomas, cuatro salones DaVinci, un salón de música, dos salones de artes industriales, una oficina para facilitador de educación especial y salones de educación especial.

Se prepararon también un centro de servicios relacionados, tres módulos de terapia ocupacional y del habla, un salón de reuniones, dos salones para educación de la familia y el consumidor y ‘performance studio’ y un salón de educación especial.

El plantel luce bien y el entusiasmo entre los estudiantes es evidente.

Sin embargo, entre el olor a pintura nueva también se siente la inconformidad de algunos maestros.

Y es que algunas de las promesas que les hizo el Departamento de Educación a la comunidad escolar, no se cumplieron.

Antes de que comenzara la remodelación, personal de la agencia se comprometió con la facultad, según consta en la minuta de una reunión, que no se reubicarían maestros a otras escuelas, pues sabían que aunque la matrícula de estudiantes bajaría por el período en que estuvieran en ‘interlocking’ en la María Libertad Gómez, aumentaría nuevamente con la reapertura de la estructura ya remodelada.

El compromiso, sin embargo, no se cumplió; seis maestros fueron declarados excedentes y quedaron tres grupos de séptimo grado con más de 30 estudiantes cada uno.

El reacomodo fue tan grave, que según denunció la representante de la Unión Local de Toa Baja de la Federación de Maestros, Mercedes Martínez Padilla, los estudiantes tuvieron que sentarse en el piso para tomar su clase de matemáticas, pues no había suficientes pupitres en el salón de la escuela María Libertad Gómez.

En escuela moderna, los grupos de séptimo grado siguen sobrepasando los 30 estudiantes. Esto, en momentos en que las nuevas tendencias en educación apuntan a la enseñanza más individualizada y al mejor aprovechamiento académico en grupos pequeños.

El secretario de Educación, Edward Moreno, respondió a esta inquietud aduciendo que en general ‘hay un decrecimiento sostenido de estudiantes en las escuelas públicas del País’.

Aunque hubo un compromiso a sabiendas de que la matrícula volvería a su número regular cuando reabriera el plantel, ‘nosotros tenemos que cumplir con las reglamentaciones federales de que en las escuelas tiene que haber una proporción de estudiantes y una proporción de maestros. Esa norma le aplica a todas las escuelas públicas del País. El compromiso de este secretario es cumplir con la ley federal. Si la matrícula disminuyó, ocurre que se declaran maestros excedentes’, ripostó Moreno.

Otra irregularidad es que ya casi finalizando el año escolar, no se ha nombrado a un consejero escolar para los 445 estudiantes de nivel intermedio. La directora, Sarah Reyes Dávila, confirmó que desde agosto esa plaza ha estado vacante, por lo que los jóvenes no han recibido los servicios de consejería.

En términos de estructura, salones que antes tenían dos puertas, que permitían el fácil desalojo en casos de emergencias, ahora solo cuentan con una. Las ventanas nuevas son de vidrio. Hay más iluminación, pero más calor y los aires acondicionados han sido prohibidos en algunas de estas aulas. El portón hacia el segundo plantel, que era cerrado al mediodía para que los estudiantes se mantuvieran en el primer piso, fue eliminado. Ahora, los jóvenes adolescentes pueden merodear por toda la escuela durante la hora de almuerzo de los educadores, sin supervisión ni control.

El gobierno de Puerto Rico ha invertido $756 millones en 103 Escuelas del Siglo 21 alrededor de toda la Isla.