Se estima que entre un 20% a 25% de la deuda total de $72,000 millones de Puerto Rico está en manos de pequeños inversionistas, en su mayoría puertorriqueños que han invertido sus ahorros de toda una vida y que perderían sus inversiones con una reestructuración de la deuda o un impago.

Para contrastar la postura del gobierno que generaliza a los tenedores de bonos como fondos buitre, la organización Mainstreet Bondholderspresentó a un grupo de inversionistas en la actividad 'Las Voces de los Pequeños Tenedores de Bonos'.

Teresa García,farmacéutica jubilada de 69 años, invirtió en bonos para obtener la mayor seguridad posible en su retiro, y le preocupa que sus ahorros no se recuperen, y tenga que regresar a trabajar.

'El gobernador se refiere a los bonistas como buitres… como si estuvieran fuera de Puerto Rico pero sin embargo hay miles como yo, puertorriqueños, que aportamos y pagamos contribuciones y planificamos tener vejez tranquila sin tener que depender de nadie', sostuvo.

A través de la institución bancariaUBS, García dijo que compró bonos de la Corporación del Fondo de Interés Apremiante (COFINA), de obligaciones generales (GO's), bonos de la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados (AAA) garantizados por la Constitución del Estado Libre Estado Asociado (ELA), todo antes del 2010.

Carlos Alberto Ponce de León, ingeniero eléctrico jubilado, pensó que junto a su jubilación y una empresa familiar tendría un retiro seguro, por eso invirtió en bonos GO's garantizados por la buena fe y crédito del ELA pero ahora su retiro se ve afectado. Ponce de León dijo que a través de UBS invirtió en bonos del Banco Gubernamental de Fomento (BGF), de COFINA y de GO's desde el 2006.

Por su parte, el economista Elías Gutiérrez, dijo que su familia invirtió 'números de seis dígitos' en bonos de instrumentalidades de la Isla a través de Santander, y aunque no tiene bonos de obligaciones generales tiene una cuenta de retiro individual (IRA) que ha invertido en ese tipo de bono.

Gutiérrez añadió que siempre existe riesgo de que los bonos se paguen antes de su vencimiento o como los de la Corporación del Financiamiento Público (CFP) que requieren de asignación legislativa. Por eso se le aconsejó que compara pocos.

'Yo compré uno a uno y no he vendido nada. Han perdido su valoración y a quien único se los puedo vender es a fondos buitres', sostuvo el economista al destacar que el valor de los bonos podría bajar a 15 centavos.Destacó que su mayor preocupación no es una reestructuración, sino 'que el gobierno ha dicho que no va a pagar'.

Otro jubilado de una farmacéuticaque invirtió todo su retiro y hasta su casa en bonos de Puerto Rico es David Miranda Ayala. Sostuvo que de los $3,000 en intereses que recibía mensualmente para su sustento ahora recibe $386.

Mientras, Rosa Bermúdez, de 78 años de edad que vive sola y está enferma, dijo que invirtió sus ahorros de $285 mil. La mujer vive de los intereses porque no se puede depender del seguro social y sobrevive con unos $1,400 mensuales.

De otro lado, Joaquín García de la Noceda, cerrajero de profesión, dijo que la crisis no solo afecta su jubilación sino su capacidad de mantener a su madre de 96 años.Acusó al Gobernador de no hacer ajustes financieros y continuar excediéndose en sus gastos.

Para el vicepresidente del 60 Plus Association, grupo que lanzó a los Mainstreet Bondholders, Matthew Kandrach , son 'comentarios inflamatorios' tratar a todos los bonistas como si fueran fondos buitres.

Del porcentaje de pequeños inversionistas que tienen deuda de Puerto Rico, se estima que 80,000 la tienen en bonos directos que no son fondos mutuos.

AunqueMainstreet Bondholders ha alegado que la crisis de la isla es una manufacturada, Kandrach dijo que eso se verá el 1 de diciembre cuando vence un pago de $300 millones.

De otra parte, sostuvo que cada persona debe decidir si acepta negociar con el gobiernoreestructurar la deuda. No obstante, insistió que su grupo se opone a la reestructuración de la deuda de obligaciones generales.